Manuel Zepeda Ramos - Futuro
Piedra Imán
Manuel Zepeda Ramos
Futuro
Reinicio. Si apeláramos al lugar común de un pasado mediato, diríase que Enrique Peña Nieto ha tomado el poder económico de la Nación o, más directo, también en el lugar común, que a partir del lunes ha empezado a gobernar.
Pudiera ser si no tomáramos en cuenta todo el cabildeo internacional que ha hecho en tan poco tiempo con las naciones del mundo, el Papa incluido, después del tiradero generado con anteriores gobiernos. Pudiera pensarse si no se observa el Pacto por México con los partidos más representativos para intentar lo que ya logró, el crear un consenso plural para darle a nuestro país basamento necesario y suficiente para ver el futuro con optimismo.
Lo cierto es que el lunes culminó un esfuerzo de mucha gente aglutinada en el más completo acto republicano, de varios meses, en donde la pluralidad del pensamiento nacional presente en el Congreso de la Unión por la voluntad ciudadana, aprobó con cientos de enmiendas las iniciativas enviadas por el Ejecutivo para darle a nuestros país las transformaciones legales más importantes desde que los Diputados Constituyentes se reunieron en Querétaro en 1917 para darle legalidad al país posrevolucionario.
Lo que parecía imposible al inicio de su mandato, Enrique Peña Nieto con el consenso del Congreso de la Unión lo ha logrado en poco menos de dos años de ejercicio.
Habla de un trabajo de política intensa como no se había visto en mucho tiempo en México.
Ahora ha llegado otra etapa más importante —aunque haberla concebido la pone en el mismo rasero—, que es la de su puesta en práctica.
Eso significa que los más de 100 millones de habitantes que integramos México empecemos a sentir los resultados de ella lo más pronto posible sin olvidarnos que se nos ha dicho una y mil veces que los resultados habrán de ser de manera mediata, al menos dentro de los próximos tres quinquenios.
La rapidez de ejecución ahora con las secundarias aprobadas, es evidente.
El ramo energético —la madre de todas las reformas dicen por ahí—, ha empezado a trabajar de inmediato integrando en las próximas horas los mecanismos y oficinas que habrán de funcionar, los hombres y mujeres eficientes y bien formados que habrán de participar en el futuro.
En el mensaje de la noche del lunes, el Presidente fue muy claro al decirnos que las extracciones de punta en torno al gas que producirán las empresas extranjeras contratadas para ello habrán de generar energía eléctrica más barata que se reflejará en el bolsillo de las familias y en el rendimiento económico de las pequeñas y medianas empresas que abrirán fuentes de empleo que el país requiere.
Peña Nieto habló de un esfuerzo compartido y participativo de la sociedad civil.
Tomémosle la palabra. Para decir que estamos recibiendo los beneficios emanados de las reformas cuando eso suceda —que no habrá de ser mañana ni pasado; será cuando la maquinaria oxidada se ponga en movimiento avalada por las nuevas leyes—, pero para decir también que los beneficios que deberían estar en el tiempo estipulado y bien señalado, no están llegando.
El presidente abrió tácitamente un mecanismo biunívoco de comunicación con la sociedad civil. Usémoslo. Pero lo hagamos con veracidad, de manera profesional e informada. Las mentiras e interpretaciones dolosas no deben tener cabida en la construcción del futuro promisorio, porque no tienen color partidista ni electoral. Allí está la página web para ello: Reformas.gob.mx Para que sepamos que son y podamos opinar en consecuencia.
En la implementación de las reformas estructurales, si hubiere ciudadanos que no cumplan con la encomienda del Presidente de la República, habrá que decirlo claramente cuando los tiempos se hayan agotado.
Solo así, en ese ejercicio serio y democrático de participación que Peña Nieto convoca, habremos de facilitar el futuro de nuestros hijos y nietos.
La prensa mundial saluda ya a las reformas estructurales y al Presidente de México. The Economist, el semanario británico más influyente en el mundo de la ciencia que Keynes manejó magistralmente, le dice a Peña Nieto que es un Presidente de decisiones firmes y fuertes, que pudo cambiar la estructura nacional de la explotación petrolera añeja y conservadora, pero sobre todo, dijo que el presidente de México le ha dado una lección a nuestros vecinos del norte al tomar decisiones sin líos de partido, en clara alusión al conflicto de los migrantes niños en donde una conductora irresponsable de televisión dijo que había que tratarlos como Israel lo hace con la Franja de Gaza; bombardeándolos.
Vamos bien.
México se empieza a reiniciar.