Noqhla, una historia que contar

el

Mil doscientos años en espera de ser rescatados

 

Édgar Escamilla

Poza Rica

 

Cuando se anunció por primera vez el hallazgo de una zona de vestigios arqueológicos en Poza Rica, hace poco más de un año, pocas fueron las miradas que voltearon hacia ese pequeño espacio ubicado en la colonia Guadalupe Victoria. Hoy ese proyecto de rescate ecoarqueológico sigue sumando voces que insisten en que se asignen los recursos necesarios para dar a esta ciudad, un legado histórico de mil 200 años.

 

Hugo Juárez Tablero, arqueólogo, y Brenda Rosette Ledezma, antropóloga social, impartieron una charla informativa enla Unidad de Servicios Bibliotecarios y de Información (USBI), dela Universidad Veracruzana, de la región Poza Rica – Tuxpan, en la que estuvieron presentes alumnos de la máxima casa de estudios.

 

 

En días pasados han estado recorriendo otras escuelas y universidades, tal es el caso de la UPAV, sede Antonio M. Quirasco, para difundir los hallazgos realizados en esta zona arqueológica Noqhla, o el Encuentro, por su nombre en totonaco.

 

La finalidad es llevar a todos los sectores el conocimiento generado respecto a las culturas que se asentaron en esta zona habitacional y que revela datos importantes, que inclusive El Tajín no había podido transmitir en todos estos años en que ha sido estudiada.

 

Noqhla fue un pueblo en el que se asentaron indígenas totonacos, quienes estuvieron sujetos a Tajín, pero luego de una catástrofe natural ocasionada por fuertes lluvias atípicas, la civilización desapareció y fue ocupado posteriormente por huaxtecos.

 

Este descubrimiento refuerza la idea de que Poza Rica es fruto de la mezcla de distintas culturas, gestada no solo durante el último siglo a raíz del auge de la industria petrolera, sino que aquí mismo, mil 200 años antes, se realizaba un marcado intercambio comercial, además de que se trata de una población huaxteca en tierras totonacas.

 

 

Esto ha generado que mayores sectores de la sociedad se interesen en el rescate de los vestigios, y que el INAH permita su rescate y sea abierta al público lo antes posible.