Suspensión de clases pega a los taxistas

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Bajó su actividad hasta 50 por ciento durante los días de asueto

Por Isaac Carballo Paredes

Poza Rica

 

La medida impuesta por el Gobierno Estatal, para suspender clases del 18 al 21 de noviembre, no solo ha causado inconformidad de padres de familia, sino que dicha determinación golpeó severamente los ingresos de los trabajadores del volante, en especial de los taxistas, quienes sufren bajas de hasta 50 por ciento en su actividad.

La decisión fue tomada en base a la realización de los Juegos Centroamericanos y del Caribe Veracruz 2014 y el ingreso del frente frío número 12 en la entidad, una noticia que causó jubilo entre los alumnos de todos los niveles educativos, pero que generó crisis entre los ruleteros.

Lo anterior, según lo informado por el señor José Manuel Gutiérrez, tiene que ver con la nula actividad que hay en los centros educativos, ya que los estudiantes representan para los taxistas más de 60 por ciento de sus entradas económicas, pero al no haber clases ese porcentaje no existe.

 

Destacó que desde el pasado lunes cuando iniciaron los días de asueto, primero por el puente largo y después por la suspensión de clases, su actividad ha bajado en más de 50 por ciento; es decir, quienes en días normales como el señor José Manuel percibían ganancias de 500 a 700 pesos, durante esta semana no sacaron ni siquiera lo suficiente para pagar el “diario” que deben entregar al dueño de las unidades.

“El que no haya clases a nosotros nos golpea muy fuerte, los estudiantes son un buen ingreso para nosotros, así que cuando no hay clases tenemos que circular más por la ciudad para conseguir carreras, eso quiere decir más combustible gastado y pocos ingresos”, dijo el ruletero.

Aunado a lo anterior los taxistas también deben lidiar con las inclemencias del tiempo, ya que al parecer los días que amanece lloviendo aunque sea mínimamente, generan que los ciudadanos piensen dos veces para salir de sus hogares, por lo que subsisten con el poco pasaje que diariamente sale a trabajar.

 

En una ciudad donde el parque vehicular de taxistas es sumamente alto, no hay pasaje y los incrementos a la gasolina están a la orden del día; los trabajadores del volante deben laborar durante jornadas superiores a las 12 horas, para lograr obtener los ingresos suficientes y pagar la gasolina que consumen diariamente; aportar el “diario” al patrón y sacar el sustento para sus familias.