Cuesta de enero, más difícil por gasolinazo
* Empresarios y comerciantes temen que a la baja tradicional del consumo en el primer mes del año se sume una escalada de precios en alimentos, colegiaturas, servicios, vivienda y transporte derivados del alza en combustibles
* Gasolinas cuestan más en México que en Estados Unidos, “resulta absurdo si consideramos que nosotros producimos la materia prima”: Martín Vizcarra
Por CARLOS HASCHMED NAVA
El uno de enero de este año entró en vigor el aumento único al precio de combustibles, con el cual la Secretaría de Hacienda pretende dar fin al alza mensual a gasolinas y diésel que inició en 2008, sin embargo, empresarios y comerciantes de la región advierten que, aunado a la recesión económica que impera en la región, agudizará los efectos nocivos de la cuesta de enero.
“La medida ejercerá presión en precios de alimentos, servicios como el transporte de personas, vivienda, colegiaturas y, en algunas ciudades, hasta en el impuesto predial” advierte Leonardo Amador Rodríguez, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), en la zona norte de Veracruz.
“Generalmente sucede que esto genera aumentos en los precios de los bienes y servicios, los cuales son trasladados al consumidor final y si eso no se traduce en inflación, entonces que alguien nos explique qué es” pregunta con incredulidad Amador Rodríguez, ante la afirmación del gobierno federal de que esta alza no provocará un alza generalizada en los precios.
Por su parte, Fernando Remes Garza, delegado regional para la zona Norte de Veracruz, de la Confederación Nacional de Transportistas Mexicanos (CONATRAM), apuntó “no debemos olvidar que en nuestro país casi 70 por ciento de los bienes de consumo se trasladan por carretera; esta alza, por única que sea, y el amago de que los precios de las gasolinas y diésel se ajustarán a la inflación internacional, son un golpe más a la economía en general”.
De acuerdo al ajuste realizado por SHCP, a partir del uno de enero el precio de la gasolina Magna quedó en 13.57 pesos por litro, 26 centavos mayor al cierre de 2014; la gasolina Premium registra un costo de 14.38 pesos por litro, 27 centavos más y el diésel se vende en 14.20 centavos por litro, 26 centavos más que en diciembre pasado.
Dirigentes de comerciantes, empresarios y transportistas coinciden en que es un incremento que se transmitirá a otros costos, como el transporte privado y público, “aunque en lo que concierne a las tarifas del transporte de pasajeros, los gobiernos estatales tomarán la decisión de autorizar, o no, alzas en las tarifas del transporte, mientras que las empresas harán lo propio para ver si trasladan el mayor costo a las mercancías, es decir, que el consumidor final absorba estos aumentos”, aclaró Remes Garza.
GASOLINAS MÁS CARAS QUE EN ESTADOS UNIDOS
Llenar un tanque de combustible de un auto promedio en México, es decir, de 40 litros, cuesta a partir del uno de enero 542.80 pesos, si se trata de gasolina Magna, pero si su vehículo consume Premium, el costo se elevará a 575.20 pesos. Para los vehículos a diésel, la misma cantidad de combustible tiene un costo de 568 pesos.
Estados Unidos de Norteamérica abrió 2015 con un precio promedio nacional para la gasolina tipo Regular (equivalente a la Magna de México) de 9.36 pesos por litro, es decir, 4.21 pesos más barata que en nuestro país; la Premium se vende en el vecino país del norte a 10.96 pesos, lo que la hace 3.42 pesos más barata que la versión mexicana y el diesel cuesta 12.79 pesos, lo que lo pone 1.41 pesos por debajo del precio del que se vende en nuestro país.
En lo que coinciden especialistas y funcionarios de Petróleos Mexicanos (Pemex) es que el alza en el precio de las gasolinas y el diésel, así como del resto de los petrolíferos, difícilmente contribuirá a mejorar las finanzas de Pemex, entidad que, además, tendrá la responsabilidad de producir y comercializar estos combustibles.
Pemex Refinación, encargada de transformar el petróleo crudo en derivados y comercializarlo en el país, prevé que las ventas internas de petrolíferos en 2015, entre los que se incluyen gasolinas, diésel, turbosina, combustóleo, asfaltos, querosenos, grasas, lubricantes, naftas, gasóleo y combustible industrial, entre los más importantes, le permitirán ingresos totales por 620 mil 295 millones de pesos.
MÉXICO, UN PAÍS CON DISPARIDADES EN EL PRECIO DE UN MISMO PRODUCTO
Mientras en la mayor parte del País, los automovilistas pagan 13.57 pesos por litro de gasolina Magna, en algunos estados de la franja fronteriza entre México y Estados Unidos de Norteamérica, se vive una guerra de precios que lleva a niveles sorprendentes esta disparidad.
Texas: 1.70 dólares por galón en San Antonio y 1.89 en McAllen
Tamaulipas: 7.97 pesos por litro la Magna y 9.19 pesos la Premium.
San Diego: Algunas gasolineras ofrecen el combustible regular sin plomo en 2.25 dólares por galón, que a paridad en casas de cambio equivale a 8.50 pesos por litro.
Chula Vista, California: 2.39 dólares por galón, lo que sería 9.11 pesos por litro.
En San Antonio, Texas, el precio de un litro de gasolina Magna es de 6.66 pesos, una vez hecha la conversión de galones a litros y al precio vigente del dólar al día de ayer, mientras que en Tamaulipas la Magna cuesta 7.97 y la Premium se vende a 9,19 pesos, por litro.
“Si en México producimos el petróleo, que es la base de la gasolina, y los precios de la mezcla mexicana han caído a niveles de 49.22 dólares, por 159 litros que contiene el barril de crudo, me resulta extraño que los combustibles cuesten tanto”, señala Martín Vizcarra Pérez, consultor de negocios y presidente de hOla Civil, asociación civil que promueve la competitividad económica y la participación ciudadana.
“Esto se explica en el mal manejo de la política económica en nuestro país, la falta de visión del gobierno mexicano para dar valor agregado a la producción petrolera y la sujeción de esta política económica a las directrices del banco mundial, que nos tienen sometidos como productor solo de materia prima”, agrega.
“En la región es urgente despetrolizar la economía, mejorar la producción y refinar el crudo para darle ese valor agregado del que hablamos”, afirma Vizcarra Pérez, quien no descarta un año más de dificultades económicas para la región, “y no me sorprendería que esto se refleje en un franco abstencionismo en las urnas electorales en julio de este año”, finalizó.