Violan derechos de trabajadores

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* 40 empleados de Takilhsukut perdieron toda antigüedad en el trabajo en diciembre de 2014; a partir de esa fecha, entró en operaciones del parque temático la empresa Darcomex

Édgar Escamilla

Papantla

El cinco de enero, trascendió a nivel estatal la rescisión de contrato a la empresa Eulen, responsable de los servicios de intendencia en las unidades de la Secretaría de Salud de Veracruz, así como la llegada de grupo Seglim S.A.; recontratando al personal dado de baja, con menores salarios y prestaciones. Misma situación ocurrió a personal operativo que labora en el parque temático Takilhsukut.

“Les tenemos noticias buenas y malas, la buena es que les van a pagar su aguinaldo el día 15 y el 22 les llega su sueldo, y el cinco de enero se les entrega la segunda parte del aguinaldo. La mala es que no hay aumentos para nadie, pero no nos mencionaron la peor, que era perder la antigüedad con el nuevo contrato”, comenta uno de los trabajadores del parque temático.

Construido al año siguiente de la primera emisión de Cumbre Tajín, el parque temático alberga al llamado Centro de las Artes Indígenas, que en 2013 fue reconocido como patrimonio cultural inmaterial de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), en el listado representativo de mejores prácticas.

 

Ha sido escenario de la presentación de danzas populares autóctonas y conciertos de artistas internacionales, pero detrás de ello, existe un equipo de personas que laboran los 365 días del año para mantener en buenas condiciones los espacios del parque, dando su mayor esfuerzo durante los cinco días que dura el festival.

Muchos de ellos han laborado en el parque desde el año 2000, soportando bajos salarios, pesadas cargas laborales y nulas prestaciones. En enero de 2005, trataron de organizarse en un sindicato para lograr mejores condiciones de trabajo, pero fueron fácilmente reprimidos; debían conformarse con esperar a fin de año para recibir su aguinaldo. Carecían también de seguridad social.

Raúl Zurieta y Gerardo Méndez, que buscaban integrar el sindicato, fueron removidos del cargo, pero lograron que el pago fuera quincenal, realizando un paro de labores en el parque.

Con la llegada de la administración Duartista, se generan cambios y llegan Alejandro y Arturo Duarte al área operativa. A pesar del buen ritmo de trabajo, se comienza a generar divisionismo entre los trabajadores.

Para 2009 se logra el acceso al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) a través de Asociaciones y Servicio “Nauru”, que toma las riendas del personal a manera de subcontratación.

“Nos dijeron que firmáramos el nuevo contrato, que al final de cuentas antes no teníamos ni seguro; que apoyáramos al jefe; que seguiríamos teniendo trabajo; que nadie nos iba a correr. Pensé en ese momento que nos iban a hacer una jugada, pero por lo menos lograríamos un poco de antigüedad”, recuerda uno de los trabajadores.

Algunos de ellos estaban dados de alta en el IMSS como si laboraran en la Ciudad de México, lo que representó algunos contratiempos al momento de acudir a los servicios de salud.

En diciembre de 2014, recuerda que llegó un grupo de jóvenes representantes de Grupo de Logística Empresarial Darcomex S.A. de C.V. Fueron reunidos para que firmaran un nuevo contrato con esta nueva empresa, con el argumento de que la anterior “no estaba haciendo bien las cosas”.

“Cuando llegamos, empezamos a leer el contrato y no les pareció, decía que empezábamos a trabajar a partir de uno de diciembre, pero en una de las cláusulas se manejaba que tendríamos prestaciones, prima vacacional, pago quincenal, pago de horas extras, lo que nos pareció lo máximo”.

Cada año durante el festival, laboran desde las seis de la mañana hasta las tres o cuatro horas del siguiente día, sin recibir un pago extra por su trabajo.

Recuerdan que una de las empleadas pregunto por su antigüedad. “Le dijeron que nadie la corría, solo firmaba un nuevo contrato ya con seguro social. Después les llevaron una hoja para reponer una que ‘había quedado mal impresa’, la misma donde se mencionaban las prestaciones, que quedaron anuladas”.

De la noche a la mañana, trabajadores de las áreas de limpieza, mantenimiento, jardinería y vigilancia, perdieron la poca antigüedad que había logrado desde el último contrato, algunos de ellos con catorce años de servicio, desde que fuera inaugurado el parque temático.

Al igual que el personal de Eulen, no recibieron un finiquito por los años prestados a la empresa.

En promedio son diez trabajadores por cada área operativa, percibiendo de manera mensual tres mil 500 pesos en el caso del servicio de limpieza, cuatro mil 600 pesos a los de mantenimiento, cuatro mil a jardineros y cuatro mil 200 al personal de vigilancia.