Poza Rica entre aguas negras
* Millonaria inversión en colectores que no funcionan a falta de la planta de tratamiento de aguas residuales
* Miles de litros de aguas negras son vertidos diariamente a los arroyos y al río Cazones
* El nivel del río es mínimo, mientras tanto continúa en suspenso el proyecto del acueducto desde el Tecolutla.
Édgar Escamilla
Poza Rica
El municipio de Poza Rica se encuentra entre los municipios con mayor densidad poblacional en la entidad, con cerca de cuatro mil 335 habitantes por kilómetro cuadrado; sus descargas de aguas residuales, 41 mil 785 millones de metros cúbicos, son vertidas directamente en los arroyos que lo atraviesan de Este a Oeste, terminando por contaminar las aguas del río Cazones, mientras las millonarias inversiones realizadas para la construcción de 70 kilómetros de colectores permanecen enterrados sin utilidad alguna, al no haberse concluido la planta de tratamiento de aguas residuales. Además, resulta evidente la falta de coordinación entre dependencias al desconocerse datos básicos de estas obras.
Al formar parte de una conurbación con los municipios de Coatzintla, Tihuatlán, Papantla y Cazones, y ser la ciudad donde se aglutinan las actividades comerciales e industriales, la población flotante, un promedio de 260 mil personas, interactúa con los 193 mil 311 habitantes de Poza Rica, generando cerca de 270 toneladas de desechos sólidos, que aunque en su mayoría son confinados en el relleno sanitario, muchos terminan en los causes de los arroyos, siendo arrastrados al río Cazones.
A esto se suman las descargas de aguas residuales provenientes de domicilios, comercios e industrias asentados en las 125 colonias, que se estiman en 41 mil 785 millones de metros cúbicos, las cuales son vertidas a los arroyos Del Maíz, Mollejón, Huéleque y Salsipuedes, ante la falta de una reglamentación municipal para el tratamiento y protección de los cuerpos de agua.
Durante la administración de Guadalupe Velázquez Casanova (2005-2007) se inició la construcción de una red de colectores sanitarios, con la intensión de encausar las descargas de aguas residuales y evitar siguieran contaminando los arroyos. En los últimos años fueron avanzando por etapas hasta conectarse con el cárcamo de bombeo que enviaría el agua a presión hacia la inconclusa planta tratadora.
En la última revisión realizada a los cerca de 70 kilómetros de colectores por parte del personal del Ayuntamiento, se encontró que en algunos sectores han colapsado, están azolvados y presentan algunos “disparos” hacia los arroyos, para desfogar las descargas de algunos domicilios que se han conectado a la red.
Martín Valderrábano Domínguez, director de Agua Potable y Alcantarillado, comentó que los nueve colectores fueron construidos por la Comisión Estatal del Agua del Estado de Veracruz (CAEV), dependencia que hasta el momento no ha realizado la entrega formal de la obra al Ayuntamiento, por lo que están limitados para actuar.
Detalló que los colectores no han sido conectados al cárcamo de bombeo, obra que tampoco ha sido referida al Ayuntamiento. Solo sabe que la planta de tratamiento de aguas residuales ha sido concluida en lo que respecta a la obra civil, restando el equipamiento de los sistemas hidráulicos, y se espera pueda ser concluida a más tardar en dos años.
Por otra parte, Eduardo Ramírez Ortiz, titular de la CAEV Poza Rica, afirma que tanto la obra de los colectores y el cárcamo de bombeo fueron entregados formalmente a las autoridades municipales, en tanto que la planta de tratamiento deberá esperar a que mejoren las condiciones económicas de la administración estatal para ser concluida.
“El cárcamo y colectores no son propiedad de la CAEV, los opera ya el municipio, ellos lo administran, ellos saben lo que hacen. Si no hacen nada, pues tampoco vamos a obligarlos, qué más quisiéramos”, refirió.
Mientras continúa la falta de coordinación entre el Ayuntamiento y el organismo operador del agua, persiste la contaminación de los arroyos y el río Cazones, por lo que se requiere de un ordenamiento ecológico de los arroyos, en colaboración entre académicos investigadores de las universidades asentadas en la ciudad, organizaciones no gubernamentales ambientalistas y las propias autoridades municipales, como lo ha reconocido el coordinador de Desarrollo Sustentable, Diego Arturo Torres Hoyos.