Jurisdicción Sanitaria, un caos

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Convertida en una agencia de colocación de políticos en desgracia

 

Armando Kirsch Ramos no logra cumplir sus promesas de resolver problemas básicos como la carencia de agua, o material de curación en centros de salud 

 

Nimbe Martínez Figueroa ha usado la dependencia como refugio de recaudadores que asolan a restauranteros y vendedores de comidas a los que agobian con multas para sacarles dinero

 

 

El pago de cuotas políticas que termina por beneficiar a algunos grupos, pero deja en la indefensión a la población, ha desvirtuado la labor de una institución como la Secretaría de Salud de Veracruz (SESVER), donde la Jurisdicción Sanitaria número Tres terminó en agencia de colocación de políticos venidos a menos, como el jefe de dicha dependencia, Armando Kirsch ramos y la subjefa, Nimbe Eunice Martínez Figueroa.

 

 

Carencias inconcebibles en centros de salud en la zona urbana de Poza Rica, como falta de material básico de curación, incluso gasas y hasta agua para los sanitarios, son las quejas frecuentes de empleados del sector salud, quienes ven con decepción como la llegada de estos flamantes funcionarios no mejoró nada.

 

A su llegada al cargo, Kirsch Ramos prometió que habría de iniciar la rehabilitación de centros de salud, sin que hasta ahora haya uno solo que refleje estos beneficios, ni siquiera el anuncio de mejoras en el Hospital regional, que presta servicios a habitantes de 52 municipios de Veracruz y Puebla, se ha convertido en hechos.

 

Por su parte, Nimbe Martínez, subjefa de la Jurisdicción, luego de fungir en la anterior administración municipal, y al inicio de la actual, como directora de Comercio ha convertido a dicha dependencia en una oficina recaudadora que se limita a perseguir vendedores de comida y restauranteros para que paguen cuotas por concepto de multas o servicios.

 

Mientras tanto, en la región, los centros de salud de los 21 municipios que abarca la Jurisdicción Sanitaria número Tres enfrentan múltiples carencias, al grado que ninguno opera al 100 por ciento de su capacidad y en muchos de ellos no hay ni siquiera sanitarios dignos.

   

De acuerdo con un documento enviado por trabajadores sindicalizados de la Jurisdicción Sanitaria número Tres, en esta región por lo menos 25 centros de salud enfrentan carencias graves como  mobiliario insuficiente, techos sin permeabilizar, humedad en las paredes que provoca la proliferación de bacterias y hongos y, por supuesto, ninguno tiene equipo médico suficiente.

 

La Jurisdicción Sanitaria tutela 88 centros de salud, rurales y urbanos, distribuidos en 21 municipios de la región, en los que las deficiencias llegan a niveles extremos, sin que se tomen medidas para su rehabilitación, debido a que esta dependencia ha perdido su esencia y se ha transformado en un espacio de colocación para políticos que han sido separados de sus cargos previos por falta de capacidad o simplemente porque ya no son útiles.

 

 

La irritación social por las fallas en los servicios y las carencias en el sector salud se ha volcado contra médicos, enfermeras, trabajadores sociales y empleados administrativos en los centros de salud, quienes ya amenazan con realizar nuevas manifestaciones, luego de que ninguna de las promesas de mejoras se han cumplido por parte de Kirsch Ramos.