Crecen dudas en torno al ATG
Pemex no detalla inversión y genera especulaciones
Édgar Escamilla
Poza Rica
La información vertida por Petróleos Mexicanos (Pemex) lejos de ayudar a responder las dudas acerca de la inversión prevista en la región y el destino del proyecto Aceite Terciario del Golfo (ATG), solo sirve para generar especulaciones, advierte analista.
A través de un comunicado difundido ampliamente, la paraestatal muestra el programa de inversión para el periodo 2014-2018 en 14 proyectos, entre ellos el ATG, al que corresponde la cantidad de 78,069.6 millones de pesos.
“No es más que lo que se previó en el Programa Nacional de Infraestructura presentado por el titular del ejecutivo, en el que se plasma la inversión que se realizará en lo que resta del sexenio en materia de exploración y explotación de hidrocarburos”, comentó Martín Vizcarra Pérez, consultor independiente.
El presupuesto contempla dos millones 426 mil millones de pesos para los proyectos: Cantarell, Ku-Maloob-Zaap, Burgos, Chuc, Antonio J. Bermúdez, Tsimin-Xux, Crudo Ligero Marino, Bellota-Chinchorro, Ek-Balam, Yaxché, Área Perdido, Campeche Oriente, Chalabil y el Aceite Terciario del Golfo.
“Visto de esta forma resulta una cifra impactante, pero para empezar debemos tener en cuenta que es el presupuesto programado hasta el 2018”. En suma, los proyectos de inversión alcanzan la cifra de 1, 238, 255.5 mil millones de pesos, poco más de 50 por ciento del presupuesto, y en promedio, representa una inversión de 10 mil millones de pesos por año para el ATG.
El restante se estaría reservando para proyectos potenciales, campos no convencionales en el norte del país, donde su ubican las reservas de gas shell y la cuenca Tampico-Misantla.
“Lo relevante es que Chicontepec era uno de los proyectos que más inversión recibía, con presupuestos promedio de 20 mil millones de pesos anuales, por lo que prácticamente se está reduciendo al 50 por ciento la inversión”, comentó.
Queda la duda de cuánto de los 78 mil millones será destinado a exploración, producción, desarrollo o el pago de deudas, lo que reduciría aún más la inversión, además de que debe tenerse en cuenta que ATG no solo se desarrolla en Poza Rica; por lo que el presupuesto no impactaría directamente a la ciudad.
Ante tales expectativas, Pemex debería proporcionar un panorama de la inversión para los siguientes años, como lo hacía con anterioridad: cuántos pozos se van a perforar y cuántos empleos se generarán.
Lo que es indudable es que “ATG cambiará definitivamente a partir del día 17 de septiembre, después que se defina la ronda cero. Es muy factible que llegue la inversión extranjera para explotar los yacimientos no convencionales”, luego de que Pemex desistiera de invertir en este tipo de campos.
El proyecto no muere, cambian las inversiones y las expectativas. “Llegando las empresas extranjeras, también cambiarán las reglas de juego, ellos vienen por la rentabilidad de los campos”.
El documento difundido por la estatal señala que “se llevarán a cabo inversiones estratégicas que busquen la sostenibilidad de los recursos petroleros, basándose en el potencial de los proyectos para incrementar la tasa de restitución de reservas. La inversión estimada para el periodo 2013-2018 será de dos millones 426 mil millones de pesos, 86 por ciento mayor que la inversión pública entre 2007 y 2012.”