Nos acabamos el Cazones
Conagua no cuenta con estudios para el rescate de la cuenca del río
Édgar Escamilla
Poza Rica
Las temporadas de sequía –cada vez más prolongadas- en la región, el uso constante e indiscriminado del agua y la contaminación proveniente de las descargas de drenajes e industrias; han provocado que el río Cazones se encuentre moribundo, mientras las autoridades responsables hasta el momento no cuentan con un estudio que permita el rescate de la cuenca.
En entrevista, Marco Antonio Parra Cota, director de Infraestructura Hidroagrícola de la Conagua, y a pregunta expresa del reportero acerca de la existencia de algún estudio que permita la recuperación de la cuenca del río Cazones, el cual -de acuerdo al Atlas de Riesgos de la SPC- se encuentra contaminado a lo largo de su trayecto desde el estado de Puebla, confirmó que hasta el momento no se cuenta con tal proyecto, que permitiría recuperar el cauce y el equilibrio ecológico en el mismo.
Refirió que el comportamiento de estiaje que se presenta actualmente es de “manera natural y dadas las condiciones en que se presentan las lluvias, hay temporadas de escurrimientos muy bajos” [...] “sequías muy prolongadas y avenidas muy fuertes”, además de que resulta “difícil querer controlar el clima”.
Respecto al proyecto para la construcción de una represa que garantice el abasto del líquido a la población de los municipios asentados a los márgenes, comentó que nunca se le dio seguimiento.
Una propuesta de solución al problema que enfrenta no solo el río Cazones, sino la mayoría de los afluentes en México, fue presentado por la asociación civil Alternativas y Procesos de Participación Social en su programa “Agua para siempre”, el cual se encuentra disponible en la Web http://www.alternativas.org.mx/hacemos_agua, y consiste en la construcción de un sistema que combine en forma adecuada, obras de regeneración de cuencas para retención de agua y recarga de acuíferos, revegetación de laderas y cauces de barrancas, la optimización del uso del agua obtenida y el tratamiento adecuado y reutilización de las aguas residuales para evitar contaminación.
Señala que una adecuada combinación de obras y acciones de este tipo permite controlar la velocidad del agua que escurre por las laderas de los cerros durante las temporadas de lluvia, evitando sus efectos erosivos y logrando así, la regeneración de la cuenca tratada, proveyendo agua de manera creciente y sostenible en el largo plazo.
Explica que el ciclo de regeneración es exactamente opuesto al proceso de deforestación. En las partes altas de la cuenca se construyen terrazas de piedra acomodada, reforzadas con barreras vivas, para recuperar los suelos e infiltrar el agua de lluvia al subsuelo; en los cauces se construyen represas de gaviones para retener piedra, grava y arena arrastradas por la corriente, disminuyendo la erosión, y el agua se filtra al pasar a través de estos bancos de materiales, fluyendo hacia pequeñas presas de almacenamiento; mientras que en los pueblos se construyen digestores para recoger aguas negras y darles tratamiento, sin necesidad de costosos sistemas de drenaje ni plantas de tratamiento.
En lugar de buscar soluciones como la antes descrita, el organismo federal estará invirtiendo este año más de 610 millones de pesos en obras que permitan controlar las crecientes del río Cazones y dejar que el agua escurra libremente hacia el mar, mientras que en temporadas de sequía, el cauce presenta un estiaje deprimente y la captación del recurso para distribuirlo entre la población es cada vez más difícil.
En este sentido, constantemente se requiere estar levantando muros de retención para que los equipos de bombeos de la Comisión del Agua del Estado de Veracruz (CAEV) puedan mantener el nivel óptimo de operación. De igual forma, la construcción de la planta tratadora de aguas residuales y la interconexión del sistema de colectores se mantienen en suspenso.
Parra Cota informó que actualmente el río arrastra no más de 20 metros cúbicos de agua por segundo, lo que se puede corroborar a simple vista, además, de que a lo largo de su trayecto, gran parte del cauce se ha reducido a simples escurrimientos.
Un proyecto de regeneración de cuencas para retención de agua y recarga de acuíferos permitiría disminuir el potencial de riesgo de inundaciones que se presenta cada temporada de lluvias, cuando el afluente llega a alcanzar entre 3,500 y cuatro mil metros cúbicos de agua por segundo, lo que le convierte en un torrente de muy alta peligrosidad, de respuesta muy rápida, lo que provoca daños en las 13 colonias asentadas en la margen derecha.
Por el momento, el organismo federal ha anunciado una inversión superior a los 100 millones de pesos para la construcción de un tramo de bordo de aproximadamente un kilómetro, obra que deberá iniciar durante el cuarto trimestre del año y quedar concluida en 2015.
De igual forma, se ha anunciado la construcción de un acueducto para traer agua desde el río Tecolutla hasta Poza Rica, a fin de garantizar el abasto entre los usuarios de la CAEV, aunque el Director de Infraestructura Hidroagrícola de la Conagua dijo desconocer el estatus de la solicitud del gobierno local ante dicha dependencia.