El Impuesto del 2% a la Nómina y los recursos que no regresan

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<< El ISN es la fuente de ingresos propios estatales más importante. Se encuentran gravados los sueldos y salarios, integrados con los pagos hechos en efectivo por cuota diaria, gratificaciones, percepciones, habitación, primas, comisiones y prestaciones en especie.>>

Édgar Escamilla

Poza Rica

Apenas en febrero pasado, el ejecutivo estatal nombró al reconocido abogado y titular de la notaría pública número uno con sede en el puerto de Veracruz, Gustavo Sousa Escamilla, como nuevo Vocal Ejecutivo del Fideicomiso de Administración del Impuesto Sobre Erogaciones por Remuneraciones al Trabajo Personal (FAISERTP), mejor conocido como Impuesto del 2 por ciento sobre la Nómina. A tres mes de distancia, los empresarios pozarricenses siguen esperando se den los frutos de este movimiento y se vea reflejada en obras, la recaudación que se logra año con año en este municipio.

 

El impuesto del 2 por ciento a la nómina tiene como destino la realización de obras de infraestructura en toda la entidad veracruzana, especialmente aquellas que por su magnitud resultarían incosteables para los municipios. Comenzó a aplicarse a partir del mes de mayo del año 2001.

Lejos de la construcción de colectores, subcolectores y red de alcantarillado, dos pasos a desnivel, la planta tratadora de aguas residuales y la ampliación del bulevar Adolfo Ruiz Cortines, pocos han sido los beneficios para Poza Rica desde su implementación.

Este impuesto deben tributarlo todos los patrones en base al monto que destinan para el pago de remuneraciones a su personal. Lo recaudado en los 212 municipios es concentrado en un fideicomiso; sin embargo, representantes del sector empresarial han denunciado que del total que aporta Poza Rica, el Estado no ha devuelto siquiera el 10 por ciento en inversión en obra.

De acuerdo con información de la Secretaría de Finanzas y Planeación, otorgada mediante el mecanismo de acceso a la información pública, en 2013 el municipio de Poza Rica aportó por concepto de este impuesto, un estimado de 313 millones de pesos.

Leonardo Amador Rodríguez, presidente del Consejo Coordinador Empresarial Zona Norte (CCE), comentó que la aplicación de estos recursos permitiría en momentos como el que atraviesa actualmente la economía en la ciudad, un repunte significativo, teniendo en cuenta el retraimiento provocado por la falta de inversión por parte de Petróleos Mexicanos.

 Durante el último año, los pozarricenses fueron testigos de la pérdida de 14 mil empleos, verificados a través de los informes del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

“Sería importante que en estos momentos se devuelva en obras, que a su vez propician la generación de empleos, la compra de materiales y la consecuente recuperación de la economía local”, señaló el dirigente empresarial.

Lamentó el hecho de que desde que fuera creado el fideicomiso, la inversión en obra para este municipio no ha superado el 10 por ciento de lo recaudado no solo por el sector empresarial, sino también por todas las dependencias que tienen dados de alta a su personal.

En base al Código Financiero para el Estado de Veracruz, este recurso se puede destinar también para el otorgamiento de créditos a las micro, pequeñas y medianas empresas, el financiamiento del gasto público en materia de protección civil y como garantía de deuda pública.

 

Actualmente el sector empresarial busca la manera de ejercer presión al comité técnico del fideicomiso para lograr que los recursos que se generan en Poza Rica, puedan ser invertidos –en su mayoría- en este municipio; de lo contrario, buscarían un procedimiento legal para ampararse contra el impuesto.