Multifraudes Inmediatos

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Surgen más casos de personas que confiaron en la empresa en busca de un crédito fácil

Édgar Escamilla

Poza Rica

El modus operandi de esta empresa financiera sigue siendo el mismo desde hace más de un año y a la fecha, nada han podido hacer las decenas de personas defraudadas con la promesa de un crédito, a quienes les hicieron entregar cierta cantidad de dinero en garantía, pero la ansiada llamada para la entrega del recurso nunca llegó.

El 2 de febrero del presente año, Víctor Manuel Ramírez Hernández, llegó hasta las oficinas de Multicrédito Inmediato, ubicadas en bulevar Adolfo Ruiz Cortines, entre Motolinía y Dos de Enero. La necesidad de dinero le hizo confiar en la publicidad que había leído en un diario local, reunió los requisitos que le indicaron vía telefónica y se apresuró a realizar el trámite.

 

Como es costumbre, fue “beneficiado” casi automáticamente con la autorización del crédito por 150 mil pesos que había solicitado, ahora solo debía entregar la cantidad de cinco mil, 220 para que la licenciada Jesica Escalante procediera a la firma del contrato; antes debía esperar una llamada por parte de alguna financiera o banco para que pasara a recoger su cheque.

Lo invitaron a que visitara las oficinas de la empresa ubicadas frente a la plaza cívica, le pidieron paciencia y que esperara por lo menos quince días.

Desde el 21 de febrero, fecha en que entregó el dinero que le pedía, la “licenciada” jamás volvió a comunicarse con él. Entonces comenzó el vía crucis de Víctor Manuel.

La excusa que le han dado todo este tiempo para no entregarle los 150 mil pesos del crédito solicitado ha sido la morosidad del resto de los clientes, por lo que se había detenido la entrega; pero que a partir del 15 de abril se estarían reactivando, esta vez, entregando el dinero a grupo de 10 personas a la vez.

Desesperado por la situación, decidió hacer público su caso, así que acudió en compañía del reportero para atestiguar la forma en que operan los empleados de la empresa financiera. Apenas llegaron al lugar, les llama la atención que los amplios ventanales se encuentran cubiertos con vinil y apenas una pequeña rendija en la puerta permite observar desde adentro, quien se acerca.

Una vez dentro, los empleados comienzan a cuestionar nombres, direcciones y números telefónicos, mientras un par de cámaras de video vigilancia les permite estar atentos desde todos los puntos.

Víctor solicita hablar con la licenciada Jesica, pero el guardia de seguridad le informa que “curiosamente” en ese momento se descompuso el equipo de cómputo, por lo que deberá esperar unos minutos, que se transformaron en más de 30.

Mientras avanzaba el reloj, una pareja de personas con aspecto muy humilde llegó a las oficinas, pidiendo hablar con otra de las “licenciadas”, para saber el avance de su trámite. También ya habían depositado el dinero en garantía, pero del préstamo “ni sus luces”.

Luego de más de media hora, el guardia le avisa que podía pasar con la licenciada, pero debía hacerlo solo. No le quedará más que interponer la denuncia formal ante el Ministerio Público contra quienes resulten responsables del presunto delito de fraude.