Autopista a Cardel, resultó un fraude
Un riesgo para conductores recorrer 48 kilómetros de una autopista mal llamada Poza Rica-Cardel, pero que en realidad no comunica a ningún lado a lo que se debe sumar el pésimo estado en que ya se encuentra y el cobro excesivo de peaje
Por María Elena Ferral
Apenas el pasado 14 de mayo fue abierto un tramo de la autopista Poza Rica-Cardel y ya se encuentra bastante deteriorada por lo que está siendo reparada, ante el peligro que representa para los conductores que encima tienen que cubrir las elevadas tarifas para hacer uso del tramo de 48 kilómetros, además de que es una carretera reducida e insegura y se encuentra llena de hoyancos, hundimientos y en algún tramo se ha cerrado un carril, debido a que maquinaria pesada levanta la delgada capa de asfalto y la reencarpeta.
Liberado a la circulación hace apenas dos meses, el tramo que inauguró el presidente de México, Enrique Peña Nieto, solo reduce el tiempo de traslado desde Papantla a Martínez de la Torre; sin embargo, es a un costo elevado, para los usuarios del tramo Nautla-Gutiérrez Zamora, el cobro para automóviles particulares es de 166 pesos, un autobús de dos a cuatro ejes debe pagar 353 pesos y de los camiones, las tarifas van desde los 353 a los 636 pesos.
La “nueva” autopista Cardel-Poza Rica que en su primera fase comprende el tramo de Totomoxtle a San Rafael y en la cual se invirtieron mil 730 millones de pesos por la empresa portuguesa Mota Engil, a la cual los usuarios de dicha carretera acusan de haber cometido un fraude con una obra de calidad “patito” y cobrada como si fuera de concreto, se encuentra destrozada y además es carísima para los usuarios, que consideran el cobro de 166 pesos muy elevado para un tramo de 48 kilómetros.
Cabe señalar que en la página oficial de la autopista Cardel-Poza Rica, se cuenta con el desplegado de tarifas, pero los montos no coinciden con los que se cobran a los automovilistas, además de que a quienes pagan y hacen uso de la autopista se les ofrece teléfonos de emergencia distribuidos en diferentes puntos del trayecto, servicios de grúa dentro de la autopista en caso de desperfecto mecánico, auxilio vial y un seguro de responsabilidad civil, pero la realidad es otra, además de que no se les advierte sobre el riesgo que representan los destrozos que presenta.