El Alcalde no quiere pagar las cervezas

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Solo por consumo de bebidas alcohólicas, Anselmo Gómez Olmos adeuda 11 mil pesos a comerciante quien le fio el producto, para colmo, el expresidente del Consejo Municipal, Abelardo Espinoza Olmos, también ha sido denunciado por la misma causa

 

Por CARLOS HASCHMED NAVA

 

Severamente cuestionado por la población como uno de los alcaldes que más ha sumido en el atraso a este municipio, apercibido por el Congreso del Estado para que atienda las apremiantes necesidades que aquejan a sus gobernados y repudiado por los empleados municipales, a quienes retiene sueldos con el argumento de que no hay recursos, el alcalde, Anselmo Gómez Olmos, enfrenta una denuncia penal.

 

Gómez Olmos es tan afecto al consumo del fermento de la cebada, que acudía asiduamente hasta el depósito y punto de venta de la bebida, ubicado en Coxquihui, del comerciante Miguel González Gaona, quien lo ha denunciado ante la Agencia Segunda del Ministerio Público Investigador, de Papantla, por el delito de abuso de confianza, a la cual corresponde el número de investigación ministerial PAP/122/2015.

 

 

La denuncia fue presentada por el comerciante, luego de que el Alcalde se niega a pagarle 11 mil 452 pesos, los cuales le adeuda, luego de que le fió 791 cartones de cerveza, por si esto fuera poco, el propio denunciante asegura que tras varios meses de exigirle el pago de lo consumido, Anselmo Gómez Olmos le aseguró que sí cubriría el adeudo, lo que no ocurrió.

 

Por si esto fuera poco, Abelardo Espinoza Olmos, expresidente del Concejo Municipal, el cual terminó su gestión el 31 de julio de 2014, acostumbraba acompañar al entonces candidato, Anselmo Gómez, a empinar el codo en el mismo negocio y, para no variar, también pedía fiado a cuenta de los recursos del ramo 033, por lo que dejó una cuenta pendiente por 7 mil 180 pesos, lo que da un total de 435 cartones de cerveza.

   

El comerciante asegura en su denuncia que luego de acudir al palacio Municipal a buscar al ahora Alcalde, éste le aseguró: “Mira, Miguelito, no te preocupes por lo que te quedamos a deber, nosotros te pagamos todo, nomás danos chance de que NOS MANDEN RECURSO AL AYUNTAMIENTO Y TE ALIVIANAMOS CON UNA LANA MÁS COMO AGRADECIMIENTO A TUS ATENCIONES”.

 

Pese a que le prometieron que le pagarían en “abonos chiquitos”, ninguno de los dos políticos, afines a hacer promesas que no cumplirían, solían hacerse acompañar de sus respectivos séquitos para degustar las bebidas espirituosas a costillas del comerciante, quien confió en el compromiso hecho por sus asiduos clientes, de que pagarían antes del 31 de julio de 2014.

 

Los hechos ocurrieron a lo largo de 2014, cuando Abelardo Espinoza era Presidente municipal y Anselmo Gómez había sido nombrado candidato, sin embargo, una vez ocurridas las elecciones extraordinarias, y ya como Alcalde electo, este último siguió frecuentando el negocio y pidió que le abriera una cuenta para consumir toda la cerveza que pudiera y comprometió la cuenta pública del municipio para cubrir el adeudo.

 

Como las promesas de amor y las deudas adquiridas en la borrachera se olvidan cuando llega la resaca, ambos personajes se niegan a liquidar el importe de lo consumido durante largas horas de francachelas y, ahora, niegan haber bebido a costillas del comerciante y a la salud del sufrido pueblo de Chumatlán, considerado uno de los municipios de mayor atraso, pobreza y analfabetismo de todo el país.    

 

La situación se ha vuelto tan crítica en esta localidad que, recientemente, el Congreso del Estado envió un exhorto al alcalde, Anselmo Gómez Olmos, para que asuma las responsabilidades propias de su cargo y dé solución a los múltiples problemas que enfrenta su municipio, entre otros, la creciente inconformidad de los trabajadores del ayuntamiento, quienes reclaman el pago de sus salarios.

 

 

Los propios chumatecos acusan a González Olmos de dilapidar los recursos de la Tesorería municipal en viajes no justificados, atender solo sus asuntos personales, ausencias prolongadas y nula obra pública de infraestructura básica, la cual es reclamada tanto en la cabecera municipal como en comunidades.