Gigantes surcaron los aires

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-Papantla y Zozocolco guían a sus difuntos con globos de papel de china

Por María Elena Ferral

Este domingo concluyó el tan esperado y tradicional Festival de Globos de papel de china, en el pueblo mágico de Zozocolco, que este año se realizó del 9 al 11 noviembre; durante este original evento que se llevó a cabo en el atrio de la Iglesia Franciscana de San Miguel Arcángel, se realizaron concursos de estos flotantes elaborados con miles de pliegos de papel de china de múltiples colores.

Una vez más los globos de Cantoya adornaron el cielo, y a pesar de la lluvia, la gente acudió a esta celebración en la que según los pobladores, con ellos guían a las almas, en su viaje de retorno al más allá. Estas artesanías, que llegan a medir más de 20 metros de altura, fueron elevadas ante la presencia de miles de espectadores que acudieron de diversos puntos del país e incluso del extranjero, dando vida a un espectáculo de colores que vale la pena presenciar.

El fin de semana se vivieron con gran intensidad las actividades propias del magno XIII Concurso y IV Festival Internacional de Globos de papel de china, miles de personas, quedaron maravilladas por el gran trabajo de los artesanos, por lo que al finalizar el jurado calificador tuvo que tomar una complicada decisión al seleccionar al mejor globo, entre los muchos que destacaron, pues todos buscaban obtener los primeros lugares en las diversas categorías que se emitieron en la convocatoria.

Con la elevación de los globos de Cantoya, alternaron varios atractivos que han consolidado este evento como uno de los más importantes del Estado, las gradas de la Iglesia Franciscana fueron abarrotadas en este evento que reúne a globeros provenientes de diversos Estados de la República Mexicana, así como de otros países. 

Por lo que uno a uno los equipos vencieron las dificultades del mal tiempo y elevaron sus globos, ante la mirada asombrada del público, en medio de un ambiente de alegría, tradición y cultura, no faltaron los momentos de tensión y nerviosismo, mientras tanto las calles de este municipio se convirtieron en grandes mercados, donde se comercializaban artesanías, ropa, comida, recuerdos y otros artículos, también fueron escenarios de las danzas, talleres y de las exposiciones que se abrieron al público.