
Agencias
Esto
Para los equipos grandes, existe una especie de condena que involucra a las copas nacionales: ganarlas casi siempre supone obligación, por lo tanto, el mérito se da por añadido. Perderlas, sin embargo, magnifica la incapacidad de cumplir con lo que la historia le impone. El Milan de Santiago Giménez, que cumple con el parámetro de gigante, por más que el presente no le acompañe, dejó escapar su última oportunidad de ganar algo importante esta campaña, al caer 1-0 frente al Bolonia en la final de la Coppa Italia. El triunfo del equipo boloñés supuso...