De pelear con Canelo Álvarez, a salvar a jóvenes del barrio: la historia del Axel ‘Ruso’ Solís | Entrevista
Ruso Solís tiene un centro de entrenamiento en el Estado de México y ahí enseña box a los jóvenes que viven en una difícil realidad. Checa la entrevista exclusiva.
Agencias
México
La primera vez que vi a Axel ‘Ruso’ Solís me sorprendió su timidez y corpulencia. Mide cerca de 1.85 metros y tiene un mazo en cada mano, pero no habla con soltura inmediatamente, mucho menos de su carrera como boxeador. Eso fue hace una década, cuando recién comenzaba con su centro de entenamiento ubicado en Ixtapaluca, Estado de México. Ahora, es como un ermitaño que camina bajo las sombras para guiar a los más jóvenes.
Muchas veces, cuando uno mira en retrospectiva entiende por qué algunos caminos se bifurcan de tal forma que quedan tan alejados como es posible: Ruso Solís peleó con un joven Saúl ‘Canelo’ Álvarez en 2008, perdió en el primer round con un poderoso golpe al cuerpo y así terminó su carrera profesional, pero no su misión en el boxeo…
“Mi carrera iba en declive y tuve un problema en mi vista, un problema que no fue por el boxeo. Se me dañó mi vista porque tenía mucha adicción a videojuegos y ya era peligroso seguir en el deporte. Ya tenía algunas derrotas que me pusieron a pensar y entré como en estrés y presión, mejor cerré el ciclo", dijo Ruso Solís en entrevista exclusiva con Heraldo Deportes.
Canelo Álvarez tenía apenas 17 años y esa fue ‘la vitrina para que lo viera el mundo’, según el reconocido periodista René Giraldo, mientras que Axel tuvo que buscar alternativas tras su problema de salud. Un parteaguas en la vida de ambos pugilistas que significó dejar su huella en el deporte de una forma completamente distinta.
Ruso Solís, por una parte, llega en bicicleta o caminando al centro deportivo en el que atiende a varios jóvenes que en el deporte encuentran una forma de vida, una alternativa a las tentaciones que se presentan en un ambiente de la naturaleza de los barrios bravos del Estado de México. Los chicos escapan de las drogas, los problemas de la calle y el bullying escolar cuando se ponen los guantes y escuchan a su mentor.
Del otro lado de la moneda, tenemos a un Canelo Álvarez que está cerca del mote de leyenda, que alcanzó en 2021 el rango de campeón absoluto de peso supermediano (168 libras) y que muchas veces llega a entrenamientos, conferencias u otros eventos en lujosos vehículos con pijamas de miles de dólares.
Se entiende mejor lo que representó aquella pelea si imaginamos a Ruso Solís caminando rumbo a la estación de Metro Puebla de la CDMX días antes de la pelea de Canelo Álvarez contra John Ryder en Guadalajara: uno corría para alcanzar el tren que advertía el cierre de las puertas, el otro estaba en vísperas de una victoria y una jugosa bolsa de más de 10 millones de dólares.
Y, aún así, Axel no guarda le guarda ningún rencor a Saúl…
“Lo que tiene Canelo, se lo ha ganado. Hay muchos que lo critican, pero imagínense un vendedor de paletas mexicano está en donde está sin que le regalen nada. Todos los mexicanos salen a picar piedra, somos destacados por eso: somos trabajadores y a pesar de las circunstancias de la vida, estamos siempre luchando (...) la verdad no es fácil lo que ha hecho él", confesó Ruso Solís a Heraldo Deportes.
Ruso Solís y la noble misión de sacar a los jóvenes de la calle
Ruso Solís tuvo oportunidad de pelear en República Dominicana y en Canadá, se retiró con un récord profesional de tres victorias, ocho derrotas y un empate, sin embargo, se alejó del boxeo por años luego de perder con Canelo Álvarez. No fue sino hasta que encontró a niños de 10 años con inhalables (las ‘monas’ como se conoce en el lenguaje coloquial) que decidió ponerse los guantes otra vez, ahora para enseñar.
“Yo ya no quería saber nada del boxeo, me dedicaba a trabajar, pero luego en mi colonia había esa necesidad porque te encontrabas chavitos que se drogaban, chicos de 10 años, pequeños, estaban ahí con el activo y eso me daba mucha tristeza. Una persona me invita a transmitirle mi conocimiento a su hijo y acepté, les gustó mi trabajo y así comenzó", narra emocionado Solís.
De acuerdo con datos oficiales del Semáforo Delictivo del Gobierno del Estado de México de enero de 2024, de los once rubros que monitorea la plataforma, Ixtapaluca tiene focos rojos en seis: homicidios, secuestro, narcomenudeo, robo a vehículos, violación y violencia intrafamiliar, de ahí que se entienda la preocupación del Ruso Solís.
La aventura de salvar a los jóvenes del barrio comenzó en un terreno baldío, luego en un espacio del municipio y así surgió una noble labor que ha rendido frutos con años de arduo trabajo: los adeptos llegaron con el tiempo y eso fue suficiente para establecer un gimnasio en una pequeña plaza comercial de Ixtapaluca, un lugar abierto para cualquier persona, de todas las edades, sin distinción alguna.
"Dejé mi trabajo para dedicarme de lleno porque sentía que podía hacer algo por mi comunidad, por los jóvenes, orientarlos a que el deporte les puede cambiar la vida, para evitarles el camino duro que tuve", expresa Axel.
Precisamente la ubicación geográfica ha caracterizado a los gimnasios que han dado a algunos de los mejores boxeadores mexicanos de la historia: en esencia, tienen que ser un espacio neutro que sirva como refugio y caja de sueños de los atletas que acuden. Un sitio para sentirse aceptados, lejos de la drogadicción y la delincuencia, que, además, cobra una mensualidad desde 300 pesos por tres sesiones semanales.
“La mayoría de mis amigos de la infancia están en la cárcel o muertos, otros están en el vicio (drogas) y algunos son buenos padres de familia y me traen a sus hijos a entrenar, pero son contados. No sé qué hubiera sido de mi vida sin el deporte, era un chico sin terminar la secundaria en ese momento y ahora me ha dado para comer", manifiesta Ruso Solís a Heraldo Deportes.
Y con todo ese recorrido, el Ruso Solís todavía es uno de ellos, uno del barrio. Le da pena cobrarte algo que olvidaste, no te mira por mucho tiempo a los ojos, no se pelea ni con la agujeta que se enreda en el guante, pero cuando hay que corregir un movimiento para evitar darle una ventaja al rival, entonces se transforma y responde con euforia. El boxeo es el elixir que alimenta su ser y que corre por sus venas.
El tiempo ha pasado y comienzan a salirle canas en el bigote. No es uno de esos entrenadores que vive de sus viejas glorias, de hecho, todo lo que tiene que ver con su carrera está en una esquina y su preocupación por la juventud es auténtica, de ahí que sea tan respetado entre sus discípulos y en un barrio tan peligroso.
Ya ha triunfado en ese aspecto porque llevó a peleadores al ámbito profesional como Hytan Ramos, Manuel ‘Coloso’ Cosme, Eduardo ‘Cachorro’ López, Christopher ‘Fresa’ Moreno y Fran Aguilar, por mencionar algunos, y es muy probable que siga con la misión de salvar a los jóvenes del barrio hasta que el cuerpo nuevamente lo detenga.
“Los mismos alumnos aportan o nos juntamos todos para cooperar. Ha habido unidad en eso y creo que hemos cumplido la misión. Al principio éramos 'Escuela de boxeo Ruso Solís' y ahora es centro de entrenamiento, de hecho, el eslogan que tiene mi escuela me gustó mucho de una tarjeta que me dio Eddy Reynoso, decía: 'Esfuerzo, perseverancia y disciplina, la claves del éxito'.
Información tomada del Heraldo de México