Roethlisberger descarta mala intención
Ben Roethlisberger llegó al vestuario de los Pittsburgh Steelers en muletas y actitud positiva, mientras espera su doloroso regreso de un esguince en el ligamento medial colateral y un golpe en el hueso de su rodilla izquierda.
"Ya me conocen, puedo lidiar con mucho dolor, esto es muy doloroso", declaró Roethlisberger ayer martes por la mañana, dos días después de ser golpeado por el profundo de los St. Louis Rams, Mark Barron, en el tercer cuarto de la victoria 12 por seis. "Estoy tratando de tomar mi leche, de volver tan pronto como sea posible".
Roethlisberger sabe que su paciencia será puesta a prueba en las próximas semanas. Está tan ansioso por ver el campo que está negociando con el entrenador en jefe, Mike Tomlin, para estar en la banca el jueves por la noche. Al parecer, Tomlin tiene una regla de "no muletas en la banca".
"Ya es frustrante", sentenció Roethlisberger. "Quiero estar allá afuera con mis muchachos. Tendremos que ser inteligentes. No tenemos un plazo para volver en este momento. Quizás esa es la mejor manera de evitar estar ansioso por estar allá afuera". Roethlisberger no necesitará cirugía.