HISTORIAS DE NEGOCEOS / Los ‘padrinos’ del nuevo Poder Judicial / MARIO MALDONADO

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La integración de las listas de candidatos para la primera elección judicial del país terminó siendo un reflejo de la confrontación que tienen Morena y sus diferentes facciones, principalmente en las propuestas emanadas de los Comités de Evaluación del Poder Ejecutivo y Legislativo, donde abundan abogados mimetizados al movimiento de la llamada Cuarta Transformación.

No solo Arturo Zaldívar, el ministro en retiro y coordinador de Política y Gobierno del gobierno de Claudia Sheinbaum, tuvo injerencia en la definición de los candidatos y candidatas; también otros personajes de Morena participaron de forma importante para posicionar a quienes serán las y los futuros jueces, magistrados y ministros.

Uno de ellos fue el senador por Morena, Adán Augusto López, que se involucró en primera persona en las reuniones que celebró el Comité de Evaluación del Poder Legislativo. El tabasqueño palomeó y vetó muchos nombres, según fuentes que presenciaron el proceso, por lo que dicha lista tiene prácticamente su sello.

El presidente de la mesa directiva, Gerardo Fernández Noroña, también intentó ejercer su influencia, aunque con menos poder que el coordinador de la bancada morenista. El legislador del Partido del Trabajo buscó impulsar un puñado de nombres para jueces o magistrados, pero su posición no le alcanzó para incluir candidatos a puestos de ministro, o para colocar a sus cercanos en el Tribunal de Disciplina Judicial.

Entre los diputados, quien más intentó influir en la designación de candidatos fue el morenista Sergio Gutiérrez Luna, más incluso que el coordinador de la bancada y presidente de la Junta de Coordinación Política, Ricardo Monreal; ambos pueden contar con que también tienen un grupo de personas cercanas colocadas entre los aspirantes a magistrados, aunque tampoco tuvieron manga ancha para ganar espacios para los cargos más altos del Poder Judicial.

En el Comité de Evaluación del Poder Ejecutivo el abogado Javier Quijano Baz tuvo un rol preponderante, aunque poco se apareció a las reuniones de trabajo, mientras que Zaldívar, entre una ausencia por enfermedad y para que no se notara su mano, tampoco estuvo presente en todas las reuniones, aunque fue visible el posicionamiento de sus candidatos y candidatas, muchas de las que vienen trabajando con él desde que era ministro de la Corte.

En las últimas sesiones de integración de las listas participaron sólo mujeres, quienes reportaron directamente los resultados de su trabajo a Palacio Nacional. Hacia este Comité es al que se han enfocado las mayores críticas. El expresidente del Senado, Roberto Gil Zuarth, se inscribió en el proceso buscando una candidatura para ser ministro y fue vetado.

No faltó tampoco el cabildeo de las tres ministras cercanas al régimen que aceptaron su pase automático a la boleta: Lenia Batres, Yasmín Esquivel y Loretta Ortiz; las tres buscaron acompañarse de sus cercanos para incidir en las candidaturas, sin muchos resultados, según las listas finales.

Las ministras pro 4T intensificarán sus labores de cabildeo y su promoción en el país, pues las tres aspiran a encabezar la “nueva” Suprema Corte de Justicia de la Nación, aunque, por lo visto, ninguna cuenta aún con el aval de la presidenta Claudia Sheinbaum. Las bases más radicales del movimiento ya comienzan a decantarse por la autonombrada “ministra del pueblo”, Lenia Batres, y no se tiene claro si la jefa del Ejecutivo está muy de acuerdo con esa decisión.