Frentes Políticos
I.Confianza. El presidente Enrique Peña Nieto recibió la noche del martes el premio Estadista Mundial 2014 por parte de la Appeal of Conscience Foundation, por su liderazgo y los avances logrados en el país. Fue el exsecretario de Estado de EU, Henry Kissinger, reconocido con la misma distinción en 1999, quien se encargó de presentarlo ante los invitados. “Aunque lleva en el poder menos de dos años, su visión y su destreza política han abierto un futuro mejor para México. La tarea, a fin de cuentas, de un líder, es llevar a la sociedad de donde está, a donde nunca ha estado”. Kissinger, a diferencia de lo que ocurre con analistas locales, está seguro de algo, que hoy México no sólo está entre las principales economías del mundo, sino que con las reformas impulsadas por Peña Nieto “continuará subiendo en esa escala en los próximos años”.
II.¿Habrá intercambio? En la Asamblea General de la ONU, Peña Nieto anunció la participación de nuestro país en las Operaciones de Mantenimiento de la Paz. La Secretaría de Relaciones Exteriores señaló que México, en su calidad de actor con responsabilidad global, apoya y valora estas operaciones por ser el instrumento para ayudar a países que viven o han salido de conflictos, a crear condiciones necesarias para una paz duradera. Suena bien. Lo que no aclaró la cancillería, a cargo de José Antonio Meade, es si, en reciprocidad, vendrán a México los cascos azules. ¿O qué no hay zonas del país bajo amenaza del narcotráfico? ¿No hace falta pacificarlas?
III.Condecoración. Luis Videgaray, secretario de Economía, fue designado por la revista Euromoney Ministro de Finanzas del Año 2014, en reconocimiento a su participación en las reformas estructurales. Recibirá la distinción en una ceremonia privada durante las reuniones anuales del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional, en Washington, en octubre. Clive Horwood, editor, calificó el reconocimiento como un reflejo del efecto de transformación que el programa de reformas tendrá sobre la economía. Videgaray Caso agradeció la distinción y mencionó que se trata en realidad de un reconocimiento a la visión y liderazgo del presidente Peña Nieto y al trabajo responsable y constructivo del Congreso de la Unión. Trabajo en equipo. Eso es todo.
IV.¿Desbandada? En palabras que claramente suenan a hartazgo, Juan Ignacio Zavala afirmó que Acción Nacional pasa por un periodo de decadencia y que le tomará unos 18 años regresar a la Presidencia de la República. Lo dijo el mismo día en que anunció que deja el partido. Que el líder nacional, Gustavo Madero, lo está haciendo mal. Su renuncia, aseguró, se debe a que ya tiene tiempo en desacuerdo con lo que sucede en el PAN. La descomposición, afirmó, es algo natural en los partidos que pierden el poder. Explicó que su decisión es personal y no la consultó con su familia ni con su hermana Margarita, esposa del expresidente Felipe Calderón. ¿Alguien puede dudar que el PAN vive hoy la peor de sus crisis?
V.El farolero. Jorge Luis Preciado, coordinador de los senadores de Acción Nacional, advirtió que su grupo no quiere que la próxima semana la presencia de Enrique Peña Nieto en el Senado se limite a una inauguración; exige que haya un diálogo público con él. La duda es de qué quiere hablar Preciado con el Presidente. ¿De sus francachelas, de las fiestas que organiza en el Senado, de la nueva “ética” en el PAN, de sus moteles en Colima? Que siga haciendo berrinche. Es la moda.
VI.De vergüenza. La sacudida al sistema es feroz. Jalisco aportó la mala nota con el crimen contra el diputado federal priista Gabriel Gómez Michel, y uno de sus asistentes, secuestrados en el municipio de Tlaquepaque, en medio de un fuerte operativo criminal que pudo llevárselos sin que nadie del gobierno estatal o municipal se los impidiera, para calcinarlos kilómetros adelante, en Zacatecas. Aristóteles Sandoval sale ahora con la mil veces escuchada frase: “Este crimen no quedará impune; vamos a ir hasta las últimas consecuencias, estamos tras los responsables”. No se lo crea. Más preocupado está el mandatario por ocultar los escándalos en su administración, en especial la voracidad de su padre, Leonel Sandoval Figueroa, hábil para hacer negocios a la sombra del poder.