Francisco Zea - ¿Ahora qué sigue?

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¿Ahora qué sigue?

Francisco Zea

Estamos muy cerca de que se apruebe en la totalidad la Reforma Energética. En lo que van y vienen las minutas de las dos cámaras, el país enfrenta el verdadero reto. ¿Qué sigue ahora? Tendremos apertura y competencia. Es evidente que Pemex, no está preparado para enfrentarse a transnacionales que operan de forma más eficiente. Petróleos Mexicanos tiene 160 mil trabajadores aproximadamente. Shell por ejemplo tiene 90 mil. La productividad per cápita de Pemex es de 15 barriles diarios por trabajador en contra de 85 de Shell. Por lo cual es evidente que el reto es impresionante. Esta reforma no va a desmantelar a Pemex, pero si no se hace más productiva, está destinada a la quiebra. Si vamos a seguir con el mismo sindicato dirigido por ladrones, como Deschamps y Aldana, que para acabarla, son también legisladores. No se puede mantener una empresa que pretenda competir a nivel mundial, cuando entre 25% o 30% de sus trabajadores están sin materia de trabajo, es decir, cobran, pero no trabajan.

 

Nuestro país y su única empresa petrolera, tienen un rezago tecnológico y humano muy importante. No se gradúan más de 50 ingenieros petroleros al año. Y por el otro lado las empresas que vendrán a nuestro país, tienen años de experiencia en la extracción de petróleo en donde nosotros no tenemos ni idea ni experiencia, como es el caso de aguas profundas.

También hay que decir que llegamos muy tarde a esta discusión. Por lo menos 35 años. Hace casi seis años, en su primer mensaje, Barack Obama, decía a los estadunidenses, que se tenía que voltear a otras energías alternativas y acabar la dependencia del petróleo. El mensaje es de tal grado que incluso Shell, tiene instalaciones experimentales en  Hawaii, en donde hacen pruebas para fabricar etanol a partir de algas marinas y están teniendo resultados muy positivos.

No habrá ningún beneficio para el país si la implementación de la reforma no se traduce en un profundo cambio en Pemex, si no se erradica la corrupción, si no se cambia el contrato colectivo de trabajo, si no se empieza a transformar la burocracia interna en productividad. Que Lupita deje la torta de tamal y se ponga a trabajar.

Así que el habemus reforma, en gran parte, tiene que ver con la habilidad política de Manlio Fabio Beltrones, que operó políticamente con gran audacia. Y sacó adelante las minutas que eran fundamentales para el presidente Peña.

Lamento profundamente el espectáculo de las flores blancas, de la capilla ardiente y de la procesión de san Lázaro Cárdenas, en la que traían y llevaban el busto del generalísimo. Lejos de una discusión de altura fue un lamentable espectáculo de ópera bufa.

El escándalo de Enciclomedia sigue. El monumental robo a la nación, bandera del gobierno foxista, no ha sido aclarado. Ricardo Orrantia, presidente de Grupo Altavista, que estuvo metido en este escabroso asunto se está equivocando de nueva cuenta. Ha contactado a un exvocero presidencial, conocido incluso por meter en problemas a periodistas por venderles mentiras, para cabildear entre comunicadores una postura a su favor. Le saldrá caro y malo como siempre con el compañero en cuestión.

En el estribo.  En esta columna defendí a Fausto Vallejo y a su familia. En particular a Rodrigo, su hijo. Tengo que ofrecer una disculpa. No puedo sostener credibilidad periodística si no reconozco públicamente mi error. Creí en el exgobernador, creí en Rodrigo. Me contaron su historia. La creí. No puedo ahora yo creer en la historia de que fue levantado y llevado a fuerza a ver a La Tuta. De todos modos a Luisa María Calderón no le creo una pizca. Pero es evidente que me equivoqué y quede aquí testimonio de mi error.