¿Y dónde está el muerto?

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Es la segunda prueba de ADN, la hija espera que salga positiva

 

Carlos Sánchez Hernández

Poza Rica

 

Ayer a medio día se realizó por segunda ocasión la exhumación de un cadáver que fue inhumado en 2011, este cuerpo permanecía en calidad de desconocido en la fosa común; pero, ahora que lo reclaman no coincide el ADN con el de su hija, quien asegura que los restos no son los de su padre.

 

Personal de la agencia cuarta del Ministerio Público del fuero común realizó la diligencia, Silvia Miranda Arriaga, asegura que solicitó una prueba pericial para demostrar el parentesco, sin embargo, esta salió negativa, aun cuando fue examinada la dentadura del cadáver y comparado con el ADN de ella.

 

La maestra Margarita Guadalupe Arriaga, abogada y tía de la interesada duda de la Procuraduría General de Justicia, ya que el expediente no consta con fotografías del lugar preciso donde fue sepultado el cadáver en calidad de desconocido en el 2011.

 

 

Después de la diligencia realizada en el panteón San Lucas, personal del departamento de Servicios Periciales extrajo un par de huesos para enviarlos nuevamente al laboratorio donde serán examinados para determinar si en verdad la reclamante es consanguínea del occiso.

 

El lugar excavado se encuentra en el cuartel 4, lote 10 de la sección 4, lugar donde yacen los restos de un desconocido, de quien las pruebas de ADN salen negativas sobre  la paternidad de la doctora que reclama los restos.

 

Es importante señalar que en el mes de abril fue exhumado por primera vez el cuerpo de quien respondiera al nombre de José Dolores Miranda Sánchez, que falleció  el pasado uno de noviembre de 2011, en el Hospital Regional a causa de una patología, pero como no tenía familiar alguno que lo reclamara terminó en la fosa común.

 

La Procuraduría realizó la primera prueba de ADN el pasado 10 de abril de 2014  y fueron mandados a los laboratorios a la ciudad de Xalapa; en agosto la familiar recibió el resultado del ADN, donde  se indicaba que las muestras resultaron negativas, y que no había compatibilidad; no conformes con estos resultados, nuevamente los familiares solicitaron la exhumación del cadáver, para volver a realizar la prueba de ADN, ya que se asegura que  el cadáver sepultado en el panteón San Lucas no corresponde al de las fotografías mostradas.