Hunde a pareja por encadenar a su hijo

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Policías Ministeriales ejecutaron una causa más por el delito de violencia familiar y

privación de la libertad

 

Carlos Sánchez Hernández

Poza Rica

 

Alejandro Hernández Hernández, carpintero detenido el pasado 19 de agosto junto con su esposa, Beatriz Vázquez Enríquez por encadenar a su hijo menor, se encuentran internados en el penal de esta ciudad, deberán ahora enfrentar cargos por el delito violencia familiar y privación de la libertad física en agravio del menor.

 

Esta nueva orden de aprehensión fue otorgada por el juez primero de primera instancia, el ahora indiciado cuenta con 42 años de edad, y con domicilio en calle Río Chiflón  lote 7, manzana 3 de la colonia Arroyo del Maíz lleva ya tres meses en el penal y su situación continúa empeorando.

 

 

De acuerdo con las autoridades, a esta pareja se le sumó la causa penal 233/2014  por el delito de violencia familiar y privación de la libertad física en agravio del menor que fuera encontrado encadenado en el traspatio de su casa.

 

Es de recordar, como se informó de manera oportuna, los hechos fueron denunciados por la Procuradora de la Defensa del Menor, el indígena y la familia, adscrita al DIF  de esta ciudad.

 

La fiscal se basó en el Artículo 161, el cual al rubro señala “Al particular que ilegalmente prive a otro de su libertad física se le impondrán de seis meses a ocho años de prisión y multa hasta de cuarenta días de salario”.

 

Sin embargo, en su párrafo segundo indica que “Cuando la víctima sea menor de edad o incapaz, la pena de prisión será de tres a diez años”, siendo así este caso, la pena que pudiera alcanzar la pareja es de 13 años y su media aritmética sería de seis años y medio lo que hace grave el delito perseguido por lo que no pueden gozar la libertad bajo fianza.

 

Mientras tanto, los otros menores se encuentran bajo resguardo del DIF Municipal, una pequeña en Casa de la Luna y los demás en la Casa del Sol.

 

De acuerdo con la versión de vecinos de los cinco menores, solo dos acudían a la escuela el de diez y ocho años de edad, el resto se quedaba en casa a cuidar a sus hermanitos más pequeños, de seis, dos y una bebé de un año de edad.