Asesinados a balazos en Ocotillal

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-Cerca de 10 hombres armados y cubiertos del rostro les dispararon a dos campesinos a quemarropa

Por MIGUEL ALBERTO CRUZ

Dos campesinos fueron asesinados a balazos por un grupo de al menos 10 sujetos que descendieron de una camioneta cerrada; todos ellos traían su rostro tapado y portaban armas de grueso calibre.

Los occisos se encontraban reunidos en la vivienda de unos de ellos, pero al notar la presencia de sus asesinos, huyeron del domicilio para protegerse en otro lugar; sin embargo, ya los habían rodeado y los presuntos accionaron sus armas y les dispararon a quemarropa en varias ocasiones.

Las víctimas fueron identificadas como Salvador Pérez Morales, de 57 años de edad, de ocupación campesino, con domicilio en la calle Los Pinos número 44 de la citada comunidad, y el otro sujeto que sólo pudo ser reconocido como Alfonso Hernández López, quien era amigo de Salvador y tenía su domicilio en San Juan Tenaxchate, Puebla.

En el lugar se apersonaron elementos de la Policía Municipal y de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), quienes acordonaron el área y dieron parte a las autoridades ministeriales adscritas a la Fiscalía General del Estado.

De los hechos, la hija de Salvador, identificada como Gloria Estela Pérez Trujillo, de 30 años de edad, señaló que cuando su hijo, de escasos seis años de edad, jugaba en el patio, escuchó los disparos, por lo que salió corriendo y suplicó que no le hicieran daño a ella y a su pequeño.

Declaró a los uniformados que uno de los presuntos autores del homicidio, le dijo: “No venimos por ustedes, el problema es con éste”, y señaló a Alfonso.

Mencionó que Alfonso era amigo de su papá desde hace no más de tres meses, ya que le compraba sacos de maíz, chile y otros productos del campo.

Por la relación amistosa y de negocios, en más de una ocasión Alfonso se había quedado a pasar la noche, ya que los caminos por esta zona colindante con el estado de Puebla son muy peligrosos y constantemente se registran asaltos violentos.

Sin embargo, en esta ocasión, el comprador y reciente amigo de la familia llevaba tres días en la vivienda de Salvador. 

La hija de la víctima explicó a los policías que en ningún momento Alfonso le había comentado que tuviera problemas con alguna persona, y mucho menos su padre, por lo que ignora el motivo por el cual los asesinaron.