Asociaciones Civiles afectadas por crisis
-Cumplen con una labor que debería realizar el gobierno, pero no hay fondos para ello
Por Édgar Escamilla
Previo a cada contienda electoral surgen infinidad de asociaciones civiles, fundaciones y organizaciones que pretenden “apoyar” a quienes menos tienen; después, simplemente desaparecen. Las que permanecen durante todo el año, dedicadas a brindar servicios de atención a sectores vulnerables se enfrentan a la falta de credibilidad entre la población producidas por las primeras; pocos ciudadanos están dispuestos a participar en colectas o campañas de redondeo destinadas a estas agrupaciones, por lo que corren el riesgo de desaparecer y dejar de brindar sus servicios.
El Centro de Rehabilitación Infantil Teletón (CRIT) ha enfrentado en los últimos años una campaña negativa en su contra, luego de que se evidenciara que empresas utilizan los donativos de las personas para deducirlos de sus impuestos. En el caso del centro Veracruz, éste dejó de recibir las participaciones a las que se había comprometido el Gobierno del Estado, lo que obligó a la reducción de plazas y el ajuste del número de niños atendidos.
La propia Cruz Roja Mexicana está siendo afectada por la baja participación de la población en su colecta nacional. En el caso de Veracruz, se requería recabar 12 millones de pesos para la operación de las 41 delegaciones en toda la entidad.
Otro caso de este tipo de asociaciones que se encuentran prestando un servicio a la sociedad y que están presentando problemas para financiar su labor es Fundación Danitos.
Danitos surge en 2011 para cubrir las necesidades de atención de un sector vulnerable de la población: los niños con capacidades diferentes.
Esta asociación civil cuenta con todos los documentos oficiales que la acreditan como donataria autorizada por el Servicio de Administración Tributaria (SAT) y ante la Secretaría de Relaciones Exteriores. A pesar de ello, desde su creación sufrió de la indiferencia de las autoridades municipales.
En Coatzintla, el propio DIF durante la administración municipal de Víctor Stivalet se negaba a reconocer su existencia; después, ya con la actual comuna, se anunció la entrega en comodato de un inmueble construido para fungir como centro de rehabilitación, pero que, el ayuntamiento al no contar con personal ni recursos para equiparlo, no podía operar; por lo que, nuevamente, fueron rechazados.
A la par, el entonces alcalde de Poza Rica, Alfredo Gándara, anunció que donaría un terreno para la construcción del Centro de Atención Multidisciplinaria, pero tras renunciar al cargo para ser diputado local, el asunto quedó en el olvido, a pesar de que existen actas de cabildo en las que se autoriza la donación.
Con recursos propios y aportaciones de los padres de los menores atendidos se han mantenido en operación rentando inmuebles a costos elevados, según marca el mercado inmobiliario en esta ciudad, que se vio encarecido por la llegada de compañías el servicio de Pemex y, aunque éstas ya no se encuentran en el municipio, perduran las elevadas tarifas para la renta de casas habitación.
Actualmente Danitos participa en una campaña de redondeo a través de las tiendas de conveniencia, pero pocos clientes aceptan realizar el redondeo. “Nos ha costado mucho trabajo por la mala imagen que se ha creado entre la población. En este caso nosotros podemos asegurar que esta empresa no lucra con las donaciones; todo el dinero que se recaba es entregado y no nos piden el deducible de impuestos, el dinero que donan llega tal cual a nosotros”, comenta Gloria Ivet Licona Martínez, presidenta de Fundación Danitos.
Luego de seis meses de gestión, se logró participar con Aporta, una institución que recaba fondos a través de internet para asociaciones legalmente constituidas; además, se han colocado alcancías en diversas empresas de la ciudad y también se cuenta con una cuenta bancaria, la 0860255008 de Banorte. A los donadores se les entrega el recibo deducible de impuestos.
Además de la baja recaudación en las colectas, se enfrentan ahora a la disminución del número de usuarios, debido a la migración de las familias. Muchos trabajadores que llegaron a radicar a esta ciudad se están regresando a sus lugares de origen: Tabasco, Oaxaca, Tamaulipas, Puebla, Hidalgo o Sonora. Inclusive por la inseguridad, las familias están abandonando Poza Rica.
A la fecha cuentan con 24 usuarios y se trabaja solo al 30 por ciento de su capacidad, a razón de que se ampliaron los espacios y los tiempos de atención para niños con autismo, síndrome Down, discapacidades motrices, problemas de lenguaje, problemas de conducta, psicológicos, estimulación temprana, además se oferta el servicio de nutrición y alimentación funcional.