Contaminación auditiva enferman a ciudadanos

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-Pese a que se han revocado permisos a empresas por el ruido que generan, están hacen caso omiso

Por Isaac Carballo Paredes 

Los intentos de las autoridades por controlar la contaminación auditiva en Poza Rica parecen no dar ningún resultado, ante la desobediencia que demuestran las empresas que no respetan los  68 decibeles permitidos, por la Ley de Equilibrio Ambiental de Veracruz.

Todos los días la salud de los habitantes se ve amenazada, por un mal que muchas veces es ignorado por las mismas autoridades; el ruido es, actualmente, uno de los problemas más frecuentes y subestimados en gran parte de las urbes, pese al grave daño que provoca a la salud de la población e incluso al medio ambiente.

En más de una ocasión, la regidora comisionada en Ecología y Medio Ambiente, Silvia Adriana Ortega Galindo ha subrayado que en la lista de los negocios que, constantemente, son denunciados, por el exceso de ruido, figuran en primer lugar las cantinas, seguidos de la Farmacias Similares, tiendas como Elektra, Milano y Comex.

Pero pese a que en esta ciudad se revocaron los permisos a empresas como Farmacias Similares, este tipo de establecimientos continúa emitiendo ruido durante todo el día, como parte de sus programas de publicidad.

De acuerdo con especialistas de la UNAM, el ruido es la presencia de niveles sonoros no deseados en el ambiente, que provocan en el ser humano desde molestias y estrés, hasta afectaciones físicas en el oído y otros efectos nocivos a la salud.

Los resultados de diversos estudios advierten que entre los trastornos que se tienen comprobados a la salud de la población figuran: dolores de cabeza, hipertensión, problemas digestivos y cardiovasculares, así como la pérdida de audición e incluso complicaciones psicológicas como el estrés, insomnio, irritabilidad y bajo rendimiento.

En lo que respecta a Veracruz, la Ley de Equilibrio Ambiental subraya que los niveles permitidos de ruido van de los 65 a los 68 decibeles, quienes infrinjan esta norma pueden ser sancionados con hasta 20 salarios mínimos y van de acuerdo a los decibeles que presente el escándalo, pero en Poza Rica no se han realizado operativos para verificar este mal, pese a que se cuenta con sonómetros para realizar la tarea.