Mexicanos no leen

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-Se ha desplazado el fomento a la cultura, priorizando temas concernientes a seguridad y economía

Por Isaac Carballo Paredes

México es uno de los principales países de Latinoamérica, que ha desplazado el fomento a la cultura, priorizando temas concernientes a seguridad y economía, por lo que es necesario crear verdaderas políticas públicas, que motiven la creación de programas efectivos de fomento a la lectura y las artes, con la finalidad de reformar el tejido social y recuperar valores, consideró la cuentista mexicana Florina Piña durante el segundo Festival de Narración Oral “Nuestra voz llegando lejos”.

Aun cuando la lectura es una actividad que tiene una gran relevancia en la vida de los seres humanos, ya que a través de esta se pueden obtener nuevos conocimientos, ampliar la cultura y agilizar la mente, no cuenta con el apoyo de las autoridades de los tres órdenes de gobierno, que destinan raquíticos recursos para el fomento de la cultura.

De acuerdo al Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el tiempo promedio por sesión continua de lectura del total de la población es de 39 minutos. Los hombres mantienen un promedio ligeramente menor que las mujeres: 38 y 41 minutos, respectivamente.

Lo anterior revela que a nivel mundial, México se encuentra en los últimos lugares en el hábito de la lectura de entre un total de 30 países. Ante esta situación la cuentista mexicana Florina Piña subrayó que el fomento a la cultura es siempre uno de los principales rubros más desprotegidos por el gobierno, ya que no se le da la importancia que merece y por ende los presupuestos para su fomento no son prioridad, por lo que se requiere mayor compromiso de las autoridades.

“Faltan programas comunitarios para motivar la lectura, así como la construcción de bibliotecas públicas, pero para eso se necesita presupuesto y una política pública de las autoridades que quieran, de verdad, enriquecer culturalmente a su población”, expresó.

Reiteró que la lectura contribuye a reforzar la identidad, aviva la memoria histórica que les recuerda a los ciudadanos sus orígenes, su presente y su futuro, pero además ayudan a comprender el verdadero valor que tienen las lenguas indígenas, las etnias y su preservación.

“Hay que hacer accesibles los libros, hay que apostarle a la bibliotecas de aula, a las públicas y acercar la literatura a los ciudadanos, pero también motivarles desde pequeños el interés por leer, principalmente, desde el seno familiar, hay que erradicar el estigma de que la lectura es aburrida y que es cara”, dijo.

Consideró que hay programas educativos que motivan la lectura y que se aplican en algunos centros educativos del nivel básico con gran éxito, los cuales se deben replicar en todas las escuelas del país, así como la promoción de estrategias de fomento a la lectura.