Hacinamiento en el Cereso de Poza Rica
-El proyecto de construcción de un reclusorio regional para Poza Rica, ha sido enviada al gobernador electo Miguel Ángel Yunes Linares
Por Isaac Carballo Paredes
Poza Rica ‘no quita el dedo del renglón’ en la búsqueda de desterrar del primer cuadro de la ciudad el Centro de Readaptación Social (Creso), que cuenta con una sobrepoblación por arriba de 50 por ciento de su máxima capacidad, motivo por el que le solicitaron al gobernador electo Miguel Ángel Yunes Linares, se aterrice el proyecto de construcción de un reclusorio regional en las afueras de la urbe.
Carlos Barragán Pérez, director de Policía y Cárcel, afirmó que las deplorables condiciones de hacinamiento que prevalecen en el Cereso no se pueden esconder, puesto que una cárcel con capacidad para 200 personas como máximo, ahora alberga más de 300.
Subrayó que en fue en 1965 cuando se construyó en esta ciudad una cárcel municipal, situada frente a las ahora instalaciones del Cereso; sin embargo, cuando Poza Rica se convirtió en cabecera municipal, tuvo que darle cabida en ese pequeño espacio a cinco municipios, por lo que el sobrecupo ha sido uno de sus principales problemas.
Es por ello, que el Ayuntamiento presentó la iniciativa para construir un nuevo Cereso o Reclusorio Regional, que sea lo suficientemente amplio para albergar a los reos de Tihuatlán, Coatzintla, Cazones, Castillo de Teayo y Poza Rica.
“En esta propuesta deben de participar los tres niveles de gobierno, porque es mucha la inversión que lleva la construcción de un reclusorio, se debe de invertir en la seguridad y el bardeado perimetral, rondines interno y externos, además de lo que se debe apegar a los nuevos modelos de acuerdo a las políticas de prevención y reinserción social”, dijo.
Para su construcción, dijo, se requiere de una extensión territorial de por lo menos diez hectáreas, pese a que se piensa que Poza Rica ya no cuenta con extensión territorial, todavía cuenta con algunos predios con estas características para edificarlo.
Pero también se abre la posibilidad de que Coatzintla o Tihuatlán, que están dentro del mismo distrito judicial, pudieran aportar ese terreno que sería tan necesario para que se construya un nuevo Cereso.