Gobierno carece de política para enfrentar crisis energética

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-La Reforma fue negativa para los centros petroleros: Barbosa Cano

Por Jesús Rodríguez

El gobierno federal encabezado por el presidente de la República, Enrique Peña, carece de una política para enfrentar la crisis energética mundial, que es necesaria en estos momentos, sobre todo después de los impactos negativos que trajo consigo la fallida Reforma Energética aplicada durante la presente administración federal, aseguró Fabio Barbosa Cano, coautor del libro “El impacto de la Reforma Energética en México”; una mirada nacional y regional.

Aseguró que la reforma tuvo un impacto negativo sobre todo en los “grandes centros petroleros como Poza Rica, Ciudad del Carmen, Coatzacoalcos, Dos Bocas en Tabasco”, entre otros, en donde hoy se resienten sus efectos.

Indicó que peor aún, se han tomado medidas contraindicadas, pues por falta de mantenimiento se ha perdido la posibilidad de brindar seguridad a las instalaciones petroleras con las que ya se contaba en el país, como sucedió en el caso de Poza Rica, en donde la refinería se cerró desde el Presidente Carlos Salinas de Gortari, “y no se repuso”.

“La política del presidente Salinas, hacia Poza Rica, a mí me parece incluso, deliberadamente hostil; lo que observamos siguiendo el curso de los acontecimientos, pues hoy se puede ver que el Complejo Petroquímico Escolín está cerrado”, agregó.

Dijo que la mejor manera de responder ante la crisis de los precios internacionales, sería aplicando valor agregado a nuestra materia prima para mantener el empleo regional; por ello, propuso la creación de “pequeñas refinerías” para generar fuentes de trabajo y evitar los grandes contratos que solo pueden estar al alcance de empresas poderosas.

“Deberíamos de desglosar, de desagregar, de reducir los requisitos, el monto de las obras, para permitir la mayor intervención posible de empresas pequeñas, incluso microempresas, que permitiera a nuestros jóvenes, a nuestros ingenieros recién ingresados, incorporarse a tareas de mantenimiento, de prácticas, reparaciones, y demás y así crear expectativas de trabajo para combatir el desánimo de nuestra juventud”, estableció.

De tal manera, sostuvo, la necesidad de estructurar un programa general que convenza a quienes toman las decisiones de reorientar hacia este tipo de actividades productivas, los recursos que siguen siendo cuantiosos, a consecuencia de las ventas de hidrocarburo.