Familias lo perdieron todo y nadie hizo nada
-Nadie se hace responsable de las afectaciones generadas a decenas de viviendas, durante los trabajos de dragado que hizo la Conagua en Poza Rica
Por Isaac Carballo Paredes
A casi seis años de que la empresa Ocoroni, subcontratada por la Comisión Nacional del Agua (Conagua), para realizar trabajos de dragado en los arroyos de Poza Rica, causara afectaciones irreparables a decenas de viviendas de todo el municipio; hasta el momento, nadie se ha hecho responsable por los daños y mientras tanto el Ayuntamiento insiste en que los afectados deben demandar a Conagua y no a las autoridades municipales.
Al respecto, la Síndico Único del Ayuntamiento, Inés Adriana Gómez informó que sí hay daños reclamables en las áreas donde entró la maquinaria, sobre todo en los predios particulares que quedaron destruidos, en estos casos los propietarios debieron de hacer su reclamo ante la empresa correspondiente, ya que afectaron las propiedades de los ciudadanos, sin antes solicitar una autorización.
Aseveró que por parte de las autoridades se dio el seguimiento que se tenía que dar, pero aclaró que la obra fue hecha, directamente, por Conagua, “no tuvimos intervención en el tema y pues bueno, más allá de eso no podríamos llegar a alguna otra cuestión”, aclaró.
En su momento, los reclamos fueron atendidos por el exsecretario de Desarrollo Sustentable de Poza Rica, Armando Kirsch Ramos, hoy jefe de la Jurisdicción Sanitaria número III, el entonces funcionario declaró que hasta 2012 sumaban más de 70 quejas de afectados por los trabajos de Ocoroni, mismas que fueron canalizadas ante el departamento jurídico del Ayuntamiento.
Pero a decir de la Síndico Único, la actual administración solo tiene conocimiento de alrededor de 20 o 30 viviendas las que resultaron severamente afectadas por las labores de dragado que hizo la Conagua en esta ciudad, otras más en cuanto a perjuicios en terrenos por su reducción.
Sin embargo, los destrozos son evidentes en la margen de los arroyos, basta con recorrerlos para darse cuenta de la magnitud de los daños, ya que proliferan las bardas colapsadas, muros de contención destruidos y varias decenas de casas fracturadas y a punto de derrumbarse, aunque muchas de estas ya sucumbieron.
En estos casos, Inés Adriana Gómez afirmó que una gran mayoría de las casas están construidas en áreas muy cercanas a la orilla, un área de reserva en donde no se debe edificar ninguna vivienda, precisamente, por las cuestiones naturales.
En cuanto a las bardas perimetrales y muros de protección afectados, resaltó que estos no fueron autorizados por las autoridades municipales, por lo que aclaró que las denuncias no son contra el Ayuntamiento, sino, directamente, ante Conagua y hacia Ocoroni que realizó los trabajos, subcontratada por la dependencia.