De la Poza Rica en petróleo al paleocanal de Chicontepec
DE LA REDACCIÓN
El Paleocanal de Chicontepec, descubierto en 1926, contiene una de las mayores reservas de hidrocarburos del país. Sin embargo, como no se trata de un gran yacimiento, sino de pequeñas cuevas, para su explotación se requiere la aplicación de técnicas de extracción masiva y extensiva.
El 22 de junio de 1926 se perforó en Poza Rica el pozo Poza Rica 2. Este acontecimiento provocó el incipiente desarrollo de la ciudad que en esos años contaba con 800 habitantes, aproximadamente, en una superficie de 38 hectáreas.
Poza Rica llegó a ser considerada como el segundo campo más importante del mundo, por su producción diaria y el potencial de sus reservas probadas. El primer pozo que se perforó fue el Poza Rica 2, a 2 mil 47 metros de profundidad, en septiembre de 1937.
El 28 de junio de 1938 se perforó el pozo Poza Rica 29, el primer pozo petrolero perforado por mexicanos después de la expropiación. La producción era de 38.48 millones de barriles anuales, es decir 105 mil 400 barriles diarios.
En 1940 inició operaciones la refinería de Poza Rica, con una capacidad de 5 mil barriles diarios.
En 1945, las reservas probadas eran de 4 mil 350 millones de barriles.
En 1971, Rudesindo Cantarell y su hermano descubrieron la Sonda de Campeche (ya la conocían desde 1956), cuando sus redes de pesca se manchaban de chapopote constantemente, localizada a 75 kilómetros de Ciudad del Carmen.
En 1976, empezó la producción petrolera del Chac 1 (rojo, en maya) que sería el inicio de la perforación marina más grande del mundo y la fuente inagotable de miles de millones de pesos para la bolsa de nuestros políticos y una mínima parte para el pueblo de México, durante más de 40 años. Sin este descubrimiento, nuestro país estaría entre los tres o cuatro países más pobres de América.
En 1976 se amplió la refinería de Poza Rica a 38 mil barriles diarios. En 1984 se realizó otra ampliación de Poza Rica a 72 mil barriles diarios.
En 1991 se cerraron las refinerías de Poza Rica y Azcapotzalco. También, en Poza Rica, cerraron la planta procesadora de azufre, la planta de etileno, la planta de polietileno, el complejo procesador de gas (CPG), que cubre una superficie de 84.6 hectáreas. Se desmantelaron todos los equipos de perforación y los vendieron como chatarra a prestanombres de funcionarios. Cerraron también los departamentos de talleres generales, combustión interna, transportes, almacenes generales, etcétera. Ello significó el agotamiento de la producción petrolera en la región y el dramático descenso de la economía y calidad de vida de Poza Rica.