Agobiante desempleo

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-Hasta el momento se han perdido más de 30 mil fuentes de trabajo en la ciudad, empresarios critican que las autoridades se olviden del norte del Estado 

Por Isaac Carballo Paredes 

Pese a que las autoridades estatales y nacionales, constantemente, bombardean a los veracruzanos, especialmente, a los del norte de la entidad, con promesas de una recuperación económica, la realidad contrasta demasiado con las duras cifras de desempleo y el subempleo de los habitantes de municipios como Poza Rica, que de ser la capital de la industria petrolera de Veracruz, pasó a ser la capital del desempleo.  

Estadísticas presentadas por la Subdelegación Poza Rica del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), señalan que hasta el mes de agosto en esta ciudad se habían perdido más de 24 mil empleos, pero ahora las cifras se han ‘disparado’.

De acuerdo con el presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) del norte de Veracruz, Jesús Herrera Franco afirmó que hasta la fecha son un promedio de 30 mil los empleos que se han extinguido en el municipio.

Lo anterior causado por el cierre masivo de empresas del rubro petrolero que se registra desde 2014 y que trajo consigo una severa crisis económica en todos los rubros, ya que desde hoteles, moteles, restaurantes, Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (MyPimes) cerraron sus puertas, causando que miles de ciudadanos se quedarán sin su único sustento.

El líder empresarial destacó que el quiebre del proyecto del paleocanal de Chicontepec, que se supone traería beneficios económicos en por lo menos 20 años y que solo duró cinco, fue el principal factor que detonó el desempleo en Poza Rica.

Dicho panorama también ha sido externado por otros líderes empresariales como el presidente de la Cámara Nacional de Comercio (Canaco), quien destacó que 30 por ciento de sus afiliados han quebrado debido a la crisis, siendo los pequeños comercios los más afectados.

Son en promedio 400 de los más de mil 200 negocios afiliados a la citada cámara, los que han decidido cerrar su puertas ante la baja actividad económica que impera en la ciudad, trayendo como resultado el aumento de la delincuencia como robos y asaltos a mano armada, pues el desempleo forza a los individuos a buscar dinero de donde sea.

Los escasos empleos que hay en la ciudad ofrecen salarios de hambre para los jefes de familia, aunque la oficina regional del Servicio Nacional del Empleo (SNE), destaca que cada mes se ofertan cerca de 300 vacantes, lo cierto es que el pago por estos trabajos no es suficiente para cubrir las necesidades esenciales de una familia.

Se trata de puestos en bodegas, en tiendas departamentales y como auxiliares de cobranza en donde se paga el salario mínimo e incluso bajo comisión, sin ninguna prestación de ley y algunos son temporales.

En su desesperación muchos ciudadanos se han integrado al comercio informal; como nunca antes, las calles del centro de la ciudad han estado tan invadidas de puestos semifijos, que, literalmente, es imposible transitar tanto por banquetas o pasos peatonales.

Otros más han decidido ser taxistas, ingresan al gremio de ruleteros con la esperanza de obtener un salario digno, invierten los ahorros de sus liquidaciones, se endeudan en bancos o bien empeñan todo lo que tienen, para obtener una concesión de taxi para poder operar, pero se llevan tremenda sorpresa cuando ni siquiera sacan para pagar la letra de los automóviles de renta. 

Y es que en Poza Rica circulan más de cuatro mil taxis que, literalmente, se pelean el pasaje diario, dejándoles escasa ganancias que no superan los 200 pesos diarios, ya que el resto del dinero captado se esfuma en combustible, mantenimiento de la unidad, pago de impuestos, entre otros.

Es entonces cuando el sector empresarial, los comerciantes, los prestadores de servicios y de productos, así como las familias pozarricenses, recriminan a las autoridades sus falsas promesas de una reactivación económica que se viene pregonando desde hace tres años y que no llegará en otros años más.