Herbolaria, opción de curación por crisis
-En los últimos años aumentó la demanda de servicios de yerberos, hueseros, curanderos, parteras y hasta rezanderos en esta región
Por Isaac Carballo Paredes
La falta de seguridad social, la pérdida de tiempo en instituciones oficiales de salud como el IMSS o el ISSSTE y la falta de dinero para comprar medicinas de patente, han generado que, en los últimos años, aumente la demanda de servicios de yerberos, hueseros, curanderos, parteras y hasta rezanderos en esta región, informó el médico tradicional totonaco, Alberto Reyes Pérez.
Pese a que en casi todos los municipios de la región norte, hay por lo menos una farmacia que ofrece servicio médico de forma gratuita o a bajos precios, la falta de dinero para adquirir el medicamento, hace que los ciudadanos volteen a ver las plantas medicinales como una opción de cura.
Alberto Reyes Pérez destacó que aunque en Poza Rica, Coatzintla, Tihuatlán y Papantla hay gran presencia de clínicas, hospitales y Centros de Salud; en las comunidades es alta la demanda de médicos tradicionales, lo que equivale a 80 por ciento de la población total de estos municipios.
Subrayó que los fármacos de laboratorio no han podido desplazar a la herbolaria, principalmente, porque el uso de esencias y remedios naturales no es charlatanería, pero sobre todo, porque los medicamentos de patente son muy costosos.
Afirmó que en los últimos años se ha visto una creciente demanda de yerberos, hueseros, curanderos, parteras y hasta rezanderos que intervienen en el tratamiento de diversos males; su consumo no distingue entre clases sociales y lo mismo, pobres que ricos acuden a ellas.
Su popularidad va creciendo día con día, puesto que tanto en redes sociales, en publicidad pegada en postes de la ciudad, por medio de vendedores ambulantes, volantes y puestos callejeros se ofrece este tipo de servicios que es en promedio 70 por ciento más barato que la medicina común.
Sin embargo, el médico tradicional lamentó que en la actualidad, las nuevas generaciones de yerberos y médicos tradicionales se estén olvidando de sus tradiciones, ya que ahora los hijos y nietos de los curanderos no quieren continuar con el legado.