En crisis, sector inmobiliario

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-Desde casas, departamentos, terrenos y habitaciones fueron abandonadas por trabajadores de compañías petroleras desde hace más de cinco años 

Por Isaac Carballo Paredes 

La crisis económica no solo afecta al sector empresarial y comercial de la ciudad, también los bienes raíces y el mercado inmobiliario, se vieron perjudicados con el quiebre de la actividad petrolera en la zona norte del Estado, esta realidad se puede observar en la gran cantidad de casas, departamentos y cuartos en renta, para vivienda y oficinas, que, simplemente, no se habitan porque sus precios no dejan de ser altos.

El cierre de compañías del rubro petrolero, en esta región, ha causado un alto índice de desempleo y de bajo presupuesto para invertir en bienes raíces, dichas compañías acaparaban más de 80 por ciento de viviendas y departamentos para dar hospedaje a sus trabajadores o bien para ser utilizados como oficinas.

El 20 por ciento restante de los sitios en renta, eran ofertados solo para estudiantes, trabajadores sin hijos o bien, exclusivamente, para trabajadores de compañías; además los precios aumentaron en más de 50 por ciento de 2011 a 2013,  debido a la buena racha económica que había en esta ciudad.

Sin embargo, a raíz de la baja inversión y producción petrolera en esta región, que se registró desde  2014, todas aquellas empresas que contaban con casas y departamentos rentados cerraron sus puertas y emigraron a otras regiones del país, como resultado de esto, cientos de arrendatarios perdieron a sus inquilinos y entraron en crisis.

En solo cuestión de meses, los letreros de “se renta” comenzaron a invadir la ciudad, los departamentos y viviendas que eran exclusivos para los trabajadores de compañías, ya aceptaban a toda clase de personas, pero los precios no fueron reducidos.

Actualmente, los precios varían desde los mil 200 hasta los siete mil pesos, de acuerdo a las comodidades y servicios con los que cuente la vivienda, los más económicos se encuentran ubicados en la periferia de la ciudad, no cuentan con muebles y sus condiciones no son óptimas, mientras que el precio de la renta mensual de los situados en colonias céntricas no es menor a los tres mil 500 y cinco mil pesos.

Al parecer a los ciudadanos de Poza Rica se les ha olvidado que los tiempos de bonanza ya se terminaron y que el “boom” petrolero acabó hace más de cinco años; sin embargo, la esperanza de una recuperación económica no disminuye, ya que Pemex, recientemente, anunció que podría haber una reactivación del proyecto ATG, que con toda seguridad beneficiará a Poza Rica con trabajo.