Más petróleo ¿a qué precio?
2,574 mdp para la exploración y producción de aceite y gas de lutitas en el Activo Tampico Misantla Golfo
Explotación de yacimientos no convencionales requerirá la aplicación de la técnica de fracturación hidráulica
Medios de comunicación de EEUU hablan de las bondades de la Faja de Oro
Édgar Escamilla
Poza Rica
A través de un reportaje firmado por Edgar Sigler, la cadena de noticias estadounidense CNN aborda el potencial de extracción de más de 300 pozos maduros en la antigua Faja de Oro, que el propio Pemex abandonó cuando se interesó por los yacimientos de Cantarell; y que podría elevar la producción petrolera de 2.5 a tres millones de barriles diarios para 2018.
En el documento, el reportero cita al analista de la consultora especializada Marcos y Asociados, Luis Miguel Labardini, quien señala la existencia de “cerca de 300 campos maduros que tienen importantes reservas que pueden producir casi de inmediato. ¿Dónde están? Entre Tampico (Tamaulipas) y Poza Rica (Veracruz). La antigua Faja de Oro, que tiene campos en tierra y mar”.
Ciertamente, el analista habla de la importancia que esta región tuvo al inicio del siglo XX, cuando inclusive Poza Rica fue considerada la capital petrolera de México, cuando la Faja de Oro llegó a aportar “más de medio millón de barriles de petróleo al día en la década de los 60”, pero que dejó de interesarle a Petróleos Mexicanos (Pemex) “a partir de 1970 frente a los megayacimientos en la zona de la cuenca sureste en Cantarell, Campeche”; campo que comenzó a declinar en 2004.
De acuerdo con el documento de “Seguimiento a la exploración y extracción de aceite y gas en lutitas” con fecha marzo de 2014, emitido por la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) a través de su portal en Internet, el Activo Tampico Misantla Golfo, que engloba la anterior Faja de Oro, cuenta con recursos prospectivos documentados por los 30.7 miles de millones de barriles de aceite (mmmb), 20.7 billones de pies cúbicos de gas (mmmmpc) y 34.8 miles de millones de barriles de petróleo equivalente (mmmbpce); el 58 por ciento de la estimación nacional.
Estas cifras han atraído la mirada de los inversionistas, con lo que se espera se incremente la producción de hidrocarburos, según reconoce Labardini a CNN. “Las reservas en la Faja de Oro pueden resultar muy atractivas para empresas privadas de mediano tamaño, por lo que la Secretaría de Energía (Sener) y la CNH deben asegurarse de liberar zonas donde Pemex invierte poco o de plano se encuentran clausuradas, a pesar de tener una infraestructura ya instalada”.
Este año, Pemex estará invirtiendo 2,574 mmp en proyectos de exploración de yacimientos de aceite y gas de lutitas, de acuerdo con el presupuesto de egresos de la federación 2014, presentado por la CNH. En general, la paraestatal invertirá un total de 33,598 mmp en sus proyectos exploratorios.
De los 263, 823 mmp que la paraestatal tiene contemplado invertir este año en proyectos de explotación, de los que impactarán esta zona norte de Veracruz y colindancias con Puebla y Tamaulipas, 13,083 mmp están destinados al Aceite Terciario del Golfo (ATG), 6,121 al Activo Poza Rica y 2,988 mmp para el Tamaulipas-Constituciones.
Ante tal potencial, Labardini advierte que la paraestatal se encuentra ante dos posibles escenarios, primero, rescatar los viejos pozos que ya no producen crudo, o bien, analizar si cuenta con la tecnología, financiamiento y recursos humanos para explotarlos de manera óptima. De decidirse por esta segunda opción, serían muchas las compañías extrajeras que estarían esperando los resolutivos de la llamada Ronda Cero el próximo 17 de septiembre.
Gas y aceite en lutitas. Importancia y riesgos
La Secretaría de Energía explica de forma detallada la importancia de recuperar el aceite y gas atrapados entre las rocas arcillosas orgánicamente ricas y de muy baja permeabilidad, que actúan a la vez como generadoras, almacenadoras, trampa y sello.
Para que el sistema funcione como yacimiento, señala que “se requiere crear permeabilidad a través de la perforación de pozos horizontales que requieren fracturamiento hidráulico múltiple, para inducir el flujo de fluidos hacia el pozo”.
Enumera las bondades de extraer este tipo de petróleo, y pone de ejemplo el caso de Estados Unidos, que a partir de “la aplicación exitosa de dichas tecnologías” en la producción comercial de recursos de hidrocarburos en lutitas durante la última década, pasó de representar el 2 por ciento de la producción de gas seco en el año 2000, a más de 35 por ciento en la actualidad.
Petróleos Mexicanos inició los trabajos exploratorios de shale gas-oil (aceite y gas de lutitas) a principios del año 2010, identificando cinco provincias geológicas con potencial: Chihuahua, Sabinas-Burro-Picachos, Burgos, Tampico-Misantla y Veracruz.
Sin embargo, a nivel mundial se han emprendido campañas para prohibir la utilización de la técnica “fracturación hidráulica” o fracking (en inglés) en la explotación de yacimientos no convencionales. Se le vincula con la contaminación de mantos freáticos con sustancias tóxicas, utilización de grandes volúmenes de agua e inclusive con la ocurrencia de sismos y la ocurrencia de enfermedades entre la población, como el cáncer.
Grupos ambientalistas como Greenpeace y organizaciones no gubernamentales como la Alianza Mexicana contra el fracking, advierten que para poder extraer el shale gas/oil, las petroleras realizan una perforación vertical de tres a cinco kilómetros de profundidad, hasta llegar a rocas porosas que pueden ser de esquisto, lutitas o pizarra, seguida de una perforación horizontal por hasta tres kilómetros de longitud.
Dentro de la capa de pizarra se utilizan explosivos para provocar pequeñas fracturas y se inyectan, por etapas, de nueve mil a 29 mil millones de litros de agua a muy alta presión, mezclados con arena y un coctel de más de 750 aditivos químicos apuntalantes, entre los cuales se encuentran bencenos, xilenos y cianuros, los cuales son elementos cancerígenos y mutagénicos, en cantidades de entre 55,000 y 225,000 litros por pozo.
Aún se desconocen el total de implicaciones que esta técnica pudiera tener en el medio ambiente, pero los especialistas la vinculan con la contaminación de mantos freáticos, uso excesivo de agua e inclusive, la ocurrencia de temblores en regiones asísmicas.