Invade mercados pollo clandestino

el

Se estima que la mitad de la carne de esta ave que se consume en la ciudad procede de mataderos sin el menor control sanitario

Édgar Escamilla

Poza Rica

De los siete mil pollos que se llegan a sacrificar para consumo humano en esta ciudad, autoridades municipales estiman que al menos 50 por ciento de ellos proviene de rastros clandestinos que operan en los traspatios de las casas e inclusive de mataderos ubicados en la zona conurbada, por lo que no se tiene un control sanitario sobre su manejo.

De acuerdo con las cifras que reporta el rastro municipal, diariamente se sacrifican no más de 3,500 pollos, que son distribuidos en los mercados y otros puntos de venta; sin embargo, esta cantidad no cubre la demanda de la ciudad. Se desconoce a ciencia cierta la procedencia del resto de la carne.

“Están matando el pollo de manera clandestina, porque quieren ahorrarse esa lanita, dos pesos que cobra el rastro, pero están incurriendo en una falta, matándolos en sus casas”, refirió el director de salud municipal Felipe Santes Orozco.

Con la finalidad de regular esta actividad, en los siguientes días estarán aplicando un operativo para detectar estos centros de matanza clandestina y evitar su proliferación, aunque reconoce que algunos quedarán fuera de la jurisdicción del ayuntamiento, por ubicarse en colonias como Totolapa, perteneciente al municipio de Tihuatlán.

 

Dijo que “todo pollo que entre a la ciudad deberá contar con el sello del rastro, que garantice la calidad de la carne, de lo contrario se harán acreedores de multas”.

Descartó que vayan a realizar operativos de decomiso de animales sacrificados, “pero si procuraremos que todos operen dentro de los reglamentos ya establecidos para el manejo sanitario”.

En el operativo también se estarán revisando cerdos y reses, que son introducidos sin la guía correspondiente.

El consumir carne sin la certificación de los rastros autorizados representa un riesgo a la salud de la población, por lo que se estarán coordinado con personal de la Jurisdicción Sanitaria número III.

 

Otro de los problemas que ocasiona el clandestinaje es que los restos de los animales, vísceras y plumas en el caso de los pollos, son desechados en los drenajes y arroyos de la ciudad, generando una mayor contaminación y representando focos de infección.