Real Madrid a final de Champions

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AGENCIA

El Bernabéu se tiñó de blanco desde muy temprano. Aficionados de todas partes del mundo acudieron al paseo de la castellana para asistir a una ‘final’ adelantada. Un partido entre dos grandes de Europa no apto para cardíacos.

Tan solo a 3 minutos del comienzo un mal despeje de Ramos dejaría servido el balón para que Kimmich, el mismo de la ida, adelantara al Bayern. 3 minutos que marcaban que a partir de ahí sería una eternidad de partido.

Pero el Madrid dio un golpe en la mesa y a los 12 minutos de partido el equipo blanco armó una jugada calcada. Marcelo sacó un centro al segundo palo y allí Karim se deshizo de Alaba y cabeceó al fondo de la red. Parte de tranquilidad y la casa en orden. Un nuevo partido comenzaba en el paseo de la castellana.

James Rodríguez se puso el traje de jugón y filtró varios pases en la medular pero el Bayern nuevamente como en la ida desperdició varias ocasiones claras de gol. El primer tiempo se jugó en campo del Madrid, con un Bayern intenso y arriesgando con espacios en la zona defensiva.

En el término del primer tiempo el árbitro turco Kahir omitió una mano de Marcelo en el borde del área que pudo suponer un penalti para el Bayern Munich.

La segunda parte no había arrancado y el meta alemán hizo un ‘blooper’ de época. Un pase atrás de Tolisso que Ullreich no supo contener y que Karim Benzema, de nuevo, aprovechó para meter en la portería. A partir de ahí el Madrid intentó controlar el partido con la tenencia de balón, sin embargo un Bayern envalentonado, que no bajó los brazos tras el gol tempranero, insistió hasta que la ley del ex se cumplió. En uno de tantos asedios alemanes James remató en la frontal y aprovechó el rebote para convertir el 2-2. No lo celebró, como ya lo había dicho en la previa. Cumplió con la ley y con su palabra, buen gesto del ex madridista.

El Bayern Munich encontró una motivación gigante en el empate y a partir de ahí comenzó de nuevo a llenar de centros el área del Madrid. Como si no le faltaran protagonistas a esta historia, para Keylor también había espacio. Tres paradones en cinco minutos del costarricense frustraron al Bayern para irse adelante en el marcador.

Sorpresivamente el entrenador alemán Heynckes sacó a James Rodríguez del campo y a partir de ahí el Bayern perdió juego en el medio. El colombiano se fue aplaudido de buena manera y el público del Bernabéu le reconoció sus tres años en el club con un aluvión de aplausos. Los últimos minutos se convirtieron en una novela de terror. Un Bayern volcado con todo su arsenal y un Keylor imbatible fueron los grandes protagonistas del final. Los cinco minutos de adición parecieron 20. El Bernabéu deliró con el pitazo final. Tercera final consecutiva y camino de su tredécima Copa de Europa. Costó y lo sufrió el aficionado del Madrid.