Piel de porcelana en pocos días con esta rutina japonesa

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Piel de porcelana en pocos días

Solo necesitas 3 ingredientes para mantener tu rostro saludable

Para lograr tener una piel de porcelana como muchas mujeres japonesas es recomendable tener una rutina en la que se incluyan diversos productos para limpiar el rostro y eliminar impurezas o exceso de grasa, pero igual de importante es hidratarlo para mantenerlo suave y flexible.

Sin embargo más allá de estos cuidados que son necesarios, las japonesas han aprovechado algunos productos que seguramente tienes en casa para exfoliar su piel y tenerla libre de manchas, marcas, arrugas y otros signos de envejecimiento. Sigue este sencillo remedio casero para tener esa piel que siempre has soñado.

¿Cómo tener la piel de tu rostro saludable y bella?

Tener una piel saludable también requiere de hábitos saludables que no afecten negativamente la salud de la piel, por ejemplo tener un descanso adecuado, es decir, dormir lo suficiente para permitir que tu piel se regenere durante la noche. Además, si buscas una mascarilla casera, sencilla y que no te implique un gran gasto, aquí tienes la que ha resultado beneficiosa para algunas japonesas:

Ingredientes:

  • 1 cucharada de café molido
  • 1/2 cucharada de bicarbonato de sodio
  • 1 cucharadas de miel

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Procedimiento:

  1. En un tazón debes mezclar el café, el bicarbonato y la miel y revuélvelos muy bien hasta obtener una mezcla homogénea.
  2. Aplica una cantidad considerable de esta mascarilla sobre tu rostro.
  3. Déjala actuar durante 15 minutos y después retírala con abundante agua fría.
  4. Aplícate tu crema hidratante favorita.
  5. Haz este tratamiento durante 6 noches y notarás como tu piel luce radiante.
  6. Este procedimiento debes realizarlo durante seis noches seguidas para ver los resultados.

La miel tiene propiedades hidratantes y antibacterianas, mientras que el café es un excelente antioxidante y el bicarbonato de sodio actúa como un suave exfoliante; sin embargo, cada piel reacciona distinto, así que realiza una prueba en una pequeña área antes de aplicarla en todo tu rostro y revisa cómo reacciona tu piel, si no notas ninguna irritación, puedes aplicar la mascarilla y hacerlo con la frecuencia que se recomienda.