Difunde el México antiguo

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La arqueóloga Elizabeth Baquedano colabora con el British Museum y universidades donde enseña náhuatl

AGENCIAS

Reino Unido

Con más de 20 años como colaboradora en el British Museum, esta profesora, Elizabeth Baquedano, de la University College London (UCL) conoce cada detalle de las piezas mesoamericanas que se exhiben en la sala mexicana de este famoso recinto británico. Allí, desde los años 90, casi en la misma época en que se inauguró ese espacio diseñado por el arquitecto Teodoro González de León, la investigadora de origen mexicano emprendió una tarea que sigue ejerciendo hasta ahora: “mostrar la milenaria, rica y sofisticada cultura del México antiguo”.

“No solo es un deber por ser arqueóloga y mexicana. Para mí es un orgullo mostrar que México tiene una cultura milenaria, sofisticada y que tenemos mucho que aprender de eso”, expresa Baquedano a EL UNIVERSAL, después de un recorrido por la galería 27 del museo, la cual reúne piezas de culturas que florecieron en México desde los tiempos antiguos hasta su contacto con Europa en el siglo XVI.

 

En este pequeño espacio inaugurado en 1994, que cuenta con diseños inspirados en elementos mayas y aztecas, una o dos veces al mes desde hace más de dos décadas, la investigadora especializada en arqueología y estudios mesoamericanos ofrece charlas dedicadas a temas específicos sobre la colección mexicana que el recinto ha acumulado desde su formación. Es un acervo que incluye piezas mesoamericanas adquiridas en los siglos XIX y principios del XX a través de adquisiciones y donaciones.

Ya sea sobre la historia del acervo, sobre las culturas prehispánicas allí representadas, sobre la singularidad de la colección de mosaicos de turquesa de origen mexica, sobre el arte maya en los dinteles de Yaxchilán o la influencia de estas piezas mesoamericanas en los artistas británicos, la historiadora ha encontrado en cada una de las piezas una o muchas historias que contar. “Es una colección pequeña pero valiosa, con objetos preciosos”. Piezas que, incluso, -añade-, han despertado la imaginación de artistas británicos, como Henry Moore. Ejemplo de esto es una escultura que el artista realizó en 1922 y que tituló Madre e hijo, la cual está claramente inspirada en la figura de un “Xochipilli” que se exhibe en la galería británica. “Él decía que fue el arte de México el que más le habló”, menciona la arqueóloga al recordar que éste fue uno de los temas de sus charlas este mes.

El legado de los códices. Pero el trabajo de la investigadora no solo se limita a su colaboración con este recinto que acoge una de las colecciones prehispánicas más ricas de México en Europa. Hace dos meses, encabezó un coloquio sobre los mayas en el World Museum de Liverpool, donde se exhibe una muestra sobre esa civilización, y en octubre presentará en la Universidad Queen’s de Belfast, un coloquio dedicado a la interpretación de códices  y manuscritos mexicanos en las colecciones del Reino Unido.

 

El encuentro, que se enmarca en el Año de México en Reino Unido, reunirá a investigadores mexicanos, españoles y de otros países europeos para hablar de la historia y nuevas investigaciones en torno a manuscritos como el códice Zouche-Nuttall y el de Tepetlaoztoc  (o Códice Kingsborough) que se encuentran en el British Museum, el Códice Mendoza (o Mendocino) que está en la biblioteca Bodleiana de la Universidad de Oxford, el Féjerváry-Mayer en el World Museum de Liverpool, y el códice Tepotzotlán que forma parte de la colección del Museo de Ulster, en Belfast.