Pascal Beltrán del Río - El Mundial de las marcas

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La Copa del Mundo de Brasil 2014 ya está en su última semana de actividad. De los 64 partidos programados, sólo quedan cuatro por jugarse: dos semifinales, la final y el juego por el tercer lugar.

La superioridad que mostraron las selecciones americanas sobre las europeas en la primera fase —ganaron ocho partidos por cinco derrotas y tres empates— terminó por equilibrarse en la fase de eliminación directa. Ahora, los cuatro primeros lugares del Mundial se repartirán equitativamente entre los dos continentes.

Queda por ver, claro, si los europeos logran romper una de las más perdurables maldiciones del futbol: que uno de los suyos se corone campeón del mundo en suelo americano. ¿Podrán Alemania u Holanda acabar con esa mala racha?

Sin embargo, al margen de las jugadas en las canchas, la Copa de Brasil también es escenario de otra lucha por la supremacía: la de las marcas de artículos deportivos. Y se libra también entre Europa y América: la lucha de Adidas contra Nike.

 

Ambas empresas arrancaron el Mundial en virtual empate, al menos en lo que toca al lucrativo negocio de vestir a las selecciones participantes.

Adidas Group, con sede en Herzogenaurach (Baviera), Alemania, proporcionó los uniformes de nueve representativos: Alemania, Argentina, Bosnia-Herzegovina, Colombia, España, Japón, México, Nigeria y Rusia.

Por su parte, Nike Inc., con sede en Beaverton (Oregon), Estados Unidos, vistió a diez equipos nacionales: Australia, Brasil, Corea del Sur, Croacia, Estados Unidos, Francia, Grecia, Holanda, Inglaterra y Portugal.

Otras seis marcas de ropa deportiva —la más importante de ellas la alemana Puma— se repartieron las 13 selecciones restantes.

Y así como Europa y América han quedado parejas en la ronda de semifinales —con la presencia de Brasil, Argentina, Alemania y Holanda—, también Adidas y Nike llegan a la penúltima etapa del Mundial en igualdad de fuerzas.

La semifinal del martes será un choque de titanes de dos excampeones del mundo, Brasil y Alemania, pero también de dos lucrativos contratos: Adidas paga 37 millones de dólares al año por el privilegio de vestir a los alemanes, mientras que  Nike paga 34 millones por hacerlo con los brasileños.

Por si fuera poco, Adidas y Nike han apostado por diferentes poster boys del futbol mundial, uno por continente: Adidas, por el argentino Lio Messi, y Nike por el portugués Cristiano Ronaldo. La batalla de los jugadores parece haberla ganado el consorcio alemán, pues no solamente Messi tuvo un mejor Mundial que Ronaldo, sino que la estrella de la Copa —hasta ahora, al menos— ha sido el colombiano James Rodríguez, a cuya selección viste Adidas.

Dependiendo de los resultados de las semifinales, el próximo domingo podría vivirse una final de selecciones vestidas por Adidas (Alemania contra Argentina) o vestidas por Nike (Brasil contra Holanda) o bien, un enfrentamiento entre las dos marcas en el estadio Maracaná.

¿Es esto meramente anecdótico? Yo creo que no. Si usted es observador, no le habrá pasado desapercibido el hecho del cuidado que tuvo el defensa David Luiz, de la selección brasileña, de ponerse al revés (con el número al frente) la playera que intercambió con el colombiano James Rodríguez, luego de consolarlo por la derrota del viernes, una imagen que tuvo un alcance global. El brasileño evitó así que fuera muy evidente que portaba una prenda de la marca rival.

En la batalla entre Adidas y Nike van de por medio miles de millones de dólares. La Copa del Mundo 2014 ha sido el acontecimiento deportivo más lucrativo en la historia para las empresas de ropa y artículos deportivos. Por eso la lucha entre esos dos consorcios es tan fiera como la que sostienen las selecciones en las canchas.

Adidas ha invertido alrededor de 85 millones de dólares en publicidad mundialista, lo cual le ha reportado buenas ventas: de entrada, 14 millones de balones Brazuca (es el proveedor del balón oficial desde 1970) y dos millones de playeras de la selección de Alemania, además de un millón de playeras de Argentina, México y Colombia.

Pero a su competencia no le ha ido nada mal. Las ventas de Nike de artículos de futbol se incrementaron en 21% en sólo un año para alcanzar dos mil 300 millones de dólares.

Eso ya coloca a Nike cerca de Adidas, que ha dominado el mercado del futbol y las Copas del Mundo durante las últimas cuatro décadas. Las ventas de artículos de futbol de la empresa alemana fueron de alrededor de dos mil 400 millones en 2013.

De acuerdo con información de la industria, Nike tiene 17% de las ventas de ropa deportiva a nivel internacional, mientras que Adidas tiene cerca de 12 por ciento. Y mientras Nike empuja con fuerza en el mercado europeo, Adidas batalla por meterse en Estados Unidos.

Para una y otra empresa, este Mundial está probando ser un escenario decisivo en la búsqueda de la supremacía. Eso se ha notado desde los meses previos al Mundial, cuando ambas marcas buscaron erosionar las ventas rivales de playeras del equipo nacional en Brasil y México, produciendo uniformes alternativos de equipos de primera división de esos países con los colores de sus respectivas selecciones.

La fiereza de esta rivalidad se nota en los lemas que una y otra empresa eligieron para promover sus productos en esta Copa del Mundo. Adidas apostó por “todo o nada”, mientras Nike lo hizo por “arriesga todo”.

Es un reflejo de lo que está en juego esta semana.