Sergio González Levet - Julio Patiño Rodríguez

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Dígase lo que se diga del ámbito de la política y la función pública, hay personas que en verdad honran su profesión con trayectorias intachables, por un lado, y llenas de propuestas y éxitos en pro de su comunidad, por el otro.

Ése es el caso de don Julio Patiño Rodríguez, un xalapeño que exhibe una vida ejemplar y que ha destacado en el ámbito nacional como un jurisconsulto de primer nivel.

Siempre es buena la ocasión para hablar bien de este gran ciudadano.

Formado casi totalmente en su ciudad natal –pues Julio Patiño pasó algunos años de su infancia en Misantla, en donde acudió a las aulas de la Escuela Primaria Manuel Gutiérrez Zamora–, concluyó brillantemente su carrera de leyes en la Universidad Nacional Autónoma de México.

Pronto descolló en su carrera y aún en plena juventud empezó a trabajar cerca de Luis Echeverría Álvarez, con tan buen desempeño que a la llegada de éste a la Presidencia de la República ya era su abogado personal, y pronto lo nombró secretario de la Presidencia de la República.

 

Hombre grande en su sencillez, Patiño Rodríguez siguió siendo la persona amable que siempre ha sido. El importante puesto conseguido a temprana edad no lo hizo cambiar un ápice ni lo llenó de soberbia, como suele suceder en otros espíritus no tan templados como el suyo.

Cuando don Fernando Gutiérrez Barrios regresó a Veracruz como candidato del PRI a la gubernatura, hizo también el favor de traer con él a su amigo Julio Patiño, quien se desempeñó como su coordinador de asesores, en una pequeña pero muy productiva dependencia que bien debe recordar el licenciado Raúl Ramos Vicarte, quien al trabajar ahí tuvo la suerte de recibir, en plena juventud, la enseñanza de uno de los mejores abogados de México.

En 1988, don Julio participó y ganó en su estado como candidato a senador por el PRI, y durante tres años aportó su talento y sus conocimientos en pro de las importantes iniciativas que se propusieron en esa época histórica, de tantos cambios legislativos en México.

Hay que decir que Julio Patiño Rodríguez fue considerado seriamente para ser el gobernador sustituto cuando don Fernando fue invitado por el presidente Carlos Salinas de Gortari a ser su secretario de Gobernación. Por motivos que no vienen al caso, llegó otro en su lugar, pero no obstante él decidió permanecer en su terruño, desde donde hizo una brillante carrera en el ámbito judicial.

Julio Patiño ha sido uno de los presidentes más propositivos en el Tribunal de Justicia de Veracruz. Durante su mandato se consolidó el Consejo de la Judicatura y en particular se creó el Fondo de la Judicatura, que empezó a rescatar los recursos que antes se perdían en el limbo de la corrupción.

Magistrado impar, siempre ha aportado los mejores frutos de su poderoso intelecto y de su buena disposición hacia hacer el bien.

Un reconocimiento modesto pero sincero para este enorme veracruzano.

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