Jorge Fernández Menéndez - Y ahora, a impedir las elecciones
Para Ana, que floreció en Suecia y que me enorgullece día con día.
La Coordinadora de Trabajadores de la Educación de Guerrero y los voceros de los familiares de Ayotzinapa, han dado un salto mortal: ya el eje no es ningún objetivo humanitario. Ahora ya han declarado públicamente que no quieren elecciones hasta que aparezcan con vida los normalistas desaparecidos.
Saben perfectamente que los jóvenes no aparecerán con vida, que, incluso, sus restos han sido esparcidos, pero ligar esa demanda a la realización de elecciones es, por lo menos, irracional. Que haya elecciones, y que la gente califique, premie o castigue a sus gobernantes tendría que ser el objetivo de cualquier grupo político, salvo que su interés esté en el poder, pero no por la vía electoral.