OPINIÓN / Competencia y lucro en telecom / HUGO GONZÁLEZ
A veces peco de entusiasmo y me gana la emoción. Hace unos días, esperaba que la aparición de José Antonio Peña Merino (Pepe Merino para sus cuates) despejara muchas dudas sobre la nueva Ley de Telecomunicaciones y Radiodifusión. Lamentablemente, no todas mis expectativas se cumplieron.
La presencia del titular de la Agencia de Transformación Digital y Telecomunicaciones (ATDT) en la conferencia mañanera de la presidenta Claudia Sheinbaum apenas logró aclarar algunos puntos. Sin embargo, la culpa no fue de Merino, sino de la prensa asistente.
No sé si por falta de interés o conocimiento, pero los temas clave de la ley de telecomunicaciones se quedaron en el tintero. Así, las dudas persisten y los espacios para precisar la iniciativa y debatir sus implicaciones o los temores (¿infundados?) de la industria, siguen abiertos.
Había una oportunidad única para preguntarle a Merino sobre lo que más preocupa a los empresarios, pero no se aprovechó. Lo que alcanzo a ver es que los puntos que realmente inquietan a la industria son las concesiones de carácter comercial para el Estado y las amplias atribuciones de la ATDT. Sin embargo, en sus argumentos detecto cierta falacia, pues insisten en utilizar dos términos que, curiosamente, no se ven claramente en la iniciativa: competencia y lucro.
Para los empresarios, el simple hecho de que el Estado reciba concesiones de uso comercial implica, automáticamente, competencia con los operadores privados. Pero ¿es realmente competencia o podría ser un complemento? Merino, en su intervención, lo planteó vagamente al decir que las concesiones se entregarán en las mismas condiciones que los privados, lo que me lleva a suponer que también pagarán por las frecuencias del espectro. ¿Te das cuenta? Estamos cayendo en el terreno de las suposiciones.
Por eso reitero mi pronóstico: se corregirá la redacción de la iniciativa, porque en varios aspectos reina la imprecisión. Esto dista mucho de la narrativa que ciertos representantes del sector privado han impulsado, escudándose en conceptos como "modernización" y "competencia". ¿Será que detrás de esos términos tan relucientes se esconde un sesgo evidente hacia la protección del status quo que favorece a los grandes operadores? ¿Acaso temen que el Estado tenga un papel activo en un mercado donde, históricamente, los mismos jugadores han marcado el ritmo y las reglas del juego?
Según Merino, además, se impulsarán decisiones colegiadas con un órgano desconcentrado sectorizado en la ATDT, compuesto por cinco consejeros propuestos por el Ejecutivo y ratificados por el Senado.
El objetivo, según afirmó, es claro: conectar a los desconectados. En México, se estima que 10.2 millones de personas no tienen acceso a cobertura 4G, a pesar de contar con dispositivos móviles, y 4.4 millones adicionales, aunque viven en zonas con cobertura, no pueden costear el servicio. Esto significa que al menos 15 millones de mexicanos están excluidos del acceso efectivo a internet, limitando su derecho a la comunicación y a la información.
Al final del día, todos podemos estar de acuerdo en que mejorar la conectividad es un objetivo necesario. La diferencia radica en la percepción: unos ven una catástrofe regulatoria (como si viniéramos del paraíso) y otros no son lo suficientemente claros para neutralizar el pánico (real, simulado o exagerado) de una industria acostumbrada a que el mercado dicte las reglas, olvidando el servicio social.
Lineup listo
Si alguien todavía duda del papel de México como un epicentro de innovación financiera en América Latina, Finnosummit 2025 se encargará de despejar cualquier escepticismo. Este año, la alineación promete un espectáculo de optimismo tecnológico con nombres que suenan fuerte en el ecosistema financiero de América Latina.
Entre las cartas fuertes aparece Fereshteh Forough, fundadora de Code to Inspire, esa rara avis que insiste en usar blockchain y criptomonedas para empoderar a mujeres afganas a través de la educación tecnológica. El concepto suena retador, pero ahí está, poniendo en jaque al statu quo con código y criptografía.
A ella se suman Demetrio Strimpopulos, el Chief Design Officer de Hey Banco, de quien se dice está revolucionando la banca mexicana desde su trinchera digital, y Claudia Revilla Ostos, directora de ProDesarrollo, que lleva años evangelizando sobre inclusión financiera y microfinanzas.
La cumbre no solo es un desfile de ejecutivos y emprendedores que prometen cambiar el mundo con una app, sino también el lugar donde se dan la mano los fondos de inversión y los reguladores con una sonrisa que, en otros contextos, levantaría sospechas.
Finnosummit 2025 se realizará en septiembre en la CDMX y no será solo un evento, será el punto de convergencia para quienes están marcando el futuro financiero de América Latina. Un futuro que, al parecer, ya está aquí.
Fina y bien transparente
Con Edgar Amador al frente de Hacienda, llega el momento de vigilar de cerca a Financiera para el Bienestar. Los recientes señalamientos sobre procesos "a la medida" para proveedoras específicas en el arrendamiento de equipo informático, dejan claro que la lupa no debería apartarse.
El 8 de mayo, el proceso LA-06-KCZ-006KCZ002-N-8-2025 se declaró desierto, pero no sin levantar sospechas. Los requisitos técnicos parecían calzar perfectamente para DELL, dirigida en México por Juan Francisco Aguilar, y, por ende, para Concepto Libre Mexicano, acompañada de VCP Tecnología y ND Negocios Digitales.