
DE LA REDACCIÓN
Un verdadero ‘parásito’ se encuentra al frente de la Delegación de Tránsito zamoreña, el cual además de no hacer nada por la vialidad de la ciudad, todavía afecta las ganancias de los taxistas y todo aquel al que puede ‘sangrar’.
Sintiéndose "tocado por Dios" por ser muy cercano a un alto funcionario, el delegado de Tránsito y Seguridad vial de esta ciudad, Santiago Viveros, hace y deshace a su gusto, obvio a ‘control remoto’ ya que se carga una flojera tan grande, que oficina que visita, oficina que es mudo...