Sin tacto 14/7/16
-La Libertad de Oceransky (1)
Por Sergio González Levet
Él no lo sabe, pero yo conocí a Abraham Oceransky en 1969, cuando ponía una obra sobre de Friedrich Dürrenmatt, Hércules y el establo de Augías, en la que participaban mi hermano René y mi casi hermano Carlos Rubio (un judío güero como el sol y más mexicano que el mole).
En ese entonces, Abraham era uno de los jóvenes directores que trabajaban con la UNAM -que producía teatro con estudiantes universitarios- y se podía dar el lujo presupuestal de experimentar temas, de impulsar innovaciones, de desarrollar la escena mexicana. Junto con él participaban en el proyecto Martha Zavaleta (antes de que la cooptara Televisa para hacer bodrios), Miguel Sabido y algunos otros jóvenes directores que se dejaban o no...


