Cecilia Soto - Un Plan Marshall para Guerrero
Lo que más llama la atención de la información compartida por el procurador general de la República es el extremo cuidado con el que los delincuentes buscaron ocultar toda huella de la autoría del asesinato bárbaro de varias decenas de jóvenes la madrugada del 27 de septiembre. Al instrumentar la incineración de los cadáveres en forma tan sistemática demostraron, en primer lugar, larga práctica y conocimiento de las dificultades para colectar muestras de ADN de entre las cenizas. En segundo lugar, y más significativamente, demostraron temor. Si inicialmente la orden de exterminio a los jóvenes fue dada bajo el incentivo de “defender el territorio” como lo declarara uno de los testigos, ¿por qué no dejar los cadáveres como mensaje para sus enemigos?
El cuidado obsesivo para impedir la...