Hamilton se juega su última carta
Josh Hamilton sabe que probablemente nunca debió irse de Texas. Cuando el toletero fue adquirido por los Vigilantes de Texas, procedente de Cincinnati unos cuantos días antes de la Navidad, en 2007, su historia de redención tuvo un nuevo capítulo: el prodigio seleccionado con el primer turno del ´draft´, cuya carrera había sido ´descarrillada´ por las drogas, se convirtió en uno de los mejores peloteros de las Mayores, incluso a pesar de unas cuantas recaídas.
Hamilton tuvo sus mejores temporadas con los Vigilantes, con los que fue elegido Jugador Más Valioso de la LA, en 2010 y seleccionado cinco veces al Juego de Estrellas. Ahora tiene otra oportunidad para redimirse, de nuevo en Texas, y...