Ana Paula Ordorica - Madero, el duro
Cuando en diciembre de 2010 ganó Gustavo Madero la presidencia del PAN, sucediendo a César Nava, el chihuahuense era visto como un panista tranquilo. Trascendía más su nombre y parecido con su antepasado, Francisco I Madero, que su trayectoria política.
Madero no era el candidato del entonces presidente Felipe Calderón y las tensiones entre ambos comenzaron desde el día uno. Tensiones que se esparcieron por todo el PAN. Arrancó señalando a Nava por haber dejado quebradas las finanzas del partido.
Apenas inició su presidencia y el primer reto fueron las elecciones de 2011 para renovar gubernaturas en el Estado de México, Nayarit, Michoacán y Coahuila. En todas ellas, el PAN fue derrotado.